2 | Todo lo hice por nosotros

16 - ¿No querrás quedar con rastro de ellos, o sí?

—¿Qué?—pregunté—. Zoe, estás seg...

—Alex...

Ella se detuvo y subió su mano hasta mi hombro, por momentos quería creer que ella sabía algo que yo no.

—Esto es algo que yo no debo decirte.

Algo había en sus palabras, quiero creer que ella sabe algo.

—Zoe, no puedo querer a Sol de esta manera. ¿Lo entiendes?

—Si puedes Alexis, si puedes.

Negué con la cabeza.

—¿Sabes como se pondría Matías? Me odiarán, se supone que somos hermanos.

Zoe rodó los ojos.

—Se supone, Alex.

Zoe se dio la media y se fue.

Pensaba que esto sería pasajero, pensaba que nada más estaba confundido por el beso que le había dado a Sol, todo el tiempo pensé que vería a Sol como una hermana y a pesar de que algún tiempo temí que esto pasara ya lo tenía encima.

No quería lastimar a nadie mucho menos a Sol, tampoco quería perder a nadie.

Ir por Sol me dejaría descontento de mis padres, por sus padres también, a Matías odiándome, y a Dustin viéndome raro, Sol sufriría también.

Lo mejor era detener esto.

—¿Alex?

Era Sol. Su voz la podría reconocer en cualquier lugar.

—Hola.

—¿Por qué no estás allá?

—Quería estar un rato solo.

Sol arrugó la cara.

—¿Solo? Alexis, Zoe recién salió de aquí.

—Estaba conversando con ella, nada más.

—Oh.

Sol no dijo nada más y yo tampoco lo hice.

Sol se acercó a mí y posó su palma en mi mejilla, recargó su rostro en mi pecho y entonces yo la abracé.

Se sentía tan bien.

Me sentía en las nubes y mis piernas temblaban, era increíble sentir todo eso por la persona que menos esperé. Ella es tan sensible, tan dulce, tan hermosa.

¿Creo un día superarla?

—Ey.

La voz de Matías puso mis pelos de punta y Sol le despertó el nerviosismo.

—No es momento para darle consejos de amor a la pollita—dijo Matías—. Vamos chicos, adivinen quién vino con Rachel.

Sol se vió confundida y lo mando a volar con un;

—Ya vamos.