Capítulo 8| Atravesando Barreras

4.1K 352 73
                                    

No vuelvo a hablar con Adrian hasta que regresamos a la casona, donde me despido con un 'Nos vemos' a penas audible luego de que me entregue por fin las llaves

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

No vuelvo a hablar con Adrian hasta que regresamos a la casona, donde me despido con un 'Nos vemos' a penas audible luego de que me entregue por fin las llaves.

Voy hasta el baño de mi habitación donde me doy una larga ducha.

Odio hablar con él. Porque cada conversación que tenemos me arrebata un poco más el control que tengo sobre las emociones que me provoca, que ya es minúsculo.

Y yo soy alguien que, aunque parezca ser impulsiva, necesita estar en control, siempre. Cosas malas pasan si lo pierdo.

Y aun así, me encuentro a mi misma deseando encontrarme con él. Trabajar con él. Lo que sea que nos permita estar cerca.

No soy así, estás contradicciones, no son normales para mí, no sé qué hacer con ellas. Él me confunde a un punto que me hace cuestionarme a mi misma y lo que quiero. Lo que he querido en realidad todo este tiempo y no me he permitido siquiera considerarlo.

«Por miedo»

Por la razón que sea.

Salgo de la ducha e intento no pensar más en eso. En su lugar me distraigo secando mi cabello y eligiendo que ponerme, lo que termina por ser un par de jeans negros junto a una camiseta de Nirvana que le robé a Josh antes de irme a Estados Unidos. Lo que no es suficiente para mantener mi cabeza ocupada, por lo que decido bajar a la cocina principal para preparar el desayuno, todavía es temprano, por lo que el personal todavía no está alrededor.

Preparo unos panqueques rellenos de Nutella y otros de jamón y queso, por la hora sé que Kat y Will pronto bajarán a comer y a ninguno de los dos le gustan las cosas dulces.

Me sirvo un té cuando siento un par de pasos entrar a la habitación, solo que al voltear no a ninguno de mis amigos quien me devuelve la mirada.

Claro que Adrian iba a venir a desayunar luego de correr ¿Por qué no pensé en eso antes?

«Porque pensaste tanto en él que hasta lo invocaste»

—¿Té? —pregunto sin saber que más decir.

—Sí, gracias.

Se sienta en la mesa de la cocina donde dejo la taza frente a él, seguido por un plato de panqueques.

Él alza las cejas ante el gesto.

—Están hechos, ni modo que me los coma yo sola —digo a la defensiva—, pero si no quieres...

Hago un ademán de recuperar el plato.

—No he dicho nada —contesta impidiéndolo—. Kat ha presumido de tus desayunos, no me lo voy a perder.

—Le gusta exagerar —le advierto de repente ansiosa.

A diferencia de su hermano, se inclina por los dulces.

We Have Always Been (WHAB #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora