—Está fuera de control. Lo que hizo fue una barbarie. Ningún Ascendit se ha comportado de esa forma.
—Lo que ellos hicieron fue peor, masacraron a los humanos, Ramuel.
—No hay punto de comparación, Ariel. —Escucho el desdén y el reproche en la voz de Ramuel—. Ellos son demonios, bestias de la oscuridad, nosotros somos seres celestiales.
—La chica está muy perturbada —Esa voz es de uno de los hermanos de las legiones y clanes que han llegado. Ehud, es su nombre del clan Miztrael: Dios que consuela—. Su aura es cada vez más turbia, sus emociones son volubles... además, todo esto está ejerciendo mucha presión sobre ella, las miradas, acusaciones. Debemos aligerar su carga, no aumentarla.
—Tú mismo lo has dicho, Ehud. La chica es voluble, no es segura. En cualquier momento puede perder de nuevo los estribos y no habrá nadie que pueda contenerla.
—Ageysha jamás nos haría daño alguno —gruñe Ariel. Suspiro y dejo caer mi frente contra la puerta. Siento a Elijah a mi lado, no me giro, lo ignoro, mientras él también trata de escucharlo todo.
—¿Estás seguro de eso?, ¿olvidas lo que pasó en la entrada hace unas horas? —Quiero abrir la maldita puerta y golpear a Ramuel. Lo que sucedió fue un accidente—. Envió a tres de los nuevos guerreros y una gárgola a la enfermería sólo porque uno de ellos decidió jugarle una broma y tratar de comprobar si sus súper sentidos eran reales.
—No debieron hacerlo. —Ariel se escucha cada vez más y más molesto—. Es normal que actuara de esa forma, es más fuerte que todos. Yo también hubiera procedido de esa manera.
—Pero tu vibración no hubiera incapacitado ni herido a los guerreros.
—Ellos no...
—Ya basta —Adif interrumpe la contienda verbal de ambos Ascendit—. Mi hijo tiene razón, Ramuel, no debieron emboscarla. El peligro nos acecha y todos estamos alertas. No estamos para bromas y no puedes negar que cualquiera en los zapatos de Ageysha hubiera reaccionado de esa manera —suspira y sé que está frotando su frente—, aunque te concedo el hecho de que Ageysha... ella está un poco aturdida. Me adelantaré y supondré que se debe a los efectos del fuego divino que corre por sus venas. Pero, debemos ayudarla y apoyarla.
—Debe ser vigilada, está asustando a todos, incluso a sus mismos hermanos.
—Elisa...
—Lo siento, Summun, pero es cierto. Todos comentan sobre la inestabilidad y la crueldad de Ageysha.
—Todos me tienen miedo —susurro, por el rabillo del ojo veo que Elijah me enfrenta.
—Eso no es cierto.
Suspiro y me alejo de la puerta. Elijah me sigue caminando a mi lado. Mete las manos en sus bolsillos.
—Lo es, acabas de escucharlo y yo lo confirmé hace poco.
Acerca su cuerpo al mío y pone su mano en mi hombro. —Sólo son patrañas, Ageysha. La gente no te teme, todos estamos pasando por mucho y andamos estresados.
—Hay cuatro de nosotros en la enfermería porque los envíe a volar con una de mis vibraciones. Pude haberlos matado, Elijah. Y no olvides lo que sucedió en la ciudad. Todos creen que soy un monstruo vengativo.
—Eso es envidia, sólo están celosos porque eres hermosa, fuerte y tienes un trasero enorme y...
—Elijah.
—Es en serio, Ageysha. Más de una de las mujeres desearía tener ese firme y... —Le gruño y se calla, pero no deja de sonreír—. Lo que quiero decir es que cualquiera se sentiría celoso de tener un buen culo, buen puño y cara hermosa.
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SOMBRAS (Entre el Cielo y el Infierno #2)
ParanormalLa única forma de someterlos es con Temor. Y no hay nada más temeroso que... la Oscuridad. Trilogía Entre el Cielo y el Infierno # 2 Obra registrada en Safe Creative Rregistro: 1605127552341