Capítulo 13

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¿Qué es el amor?

¿Qué es el amor?

¿Qué es el amor?

Me pregunto una y otra vez mientras continuo leyendo todos los santos libros frente a mí.

Necesito a uno de los hermanos Damabiah, debo pedirle que me hablen sobre la palabra y las interpretaciones que oí a Adif mencionar, y también mostrarles el dibujo de Almagor.

No sé que tanto pueda confiar en ellos, pero no teniendo las respuestas frente a mí... necesito ayuda. Pero ellos no están, salieron junto con Adif y otros hermanos a no sé qué cosa. Desde el llamado a los arcángeles, he quedado relegada al desconocimiento. No se me permite estar al tanto de lo que sucede.

Me molesta eso, no soy una traidora.

—Ageysha.

Me vuelvo hacia Adira en la puerta de la biblioteca. La veo portando una bandeja y un plato de comida.

—Hola.

—¿Vas a hacer una huelga de hambre o algo así? —pregunta y la miro confundida—. No desayunaste esta mañana. Ya pasa la hora del almuerzo y tampoco has ido a comer.

—Oh.

No me había percatado de ello. Ni siquiera he sido consciente del paso del tiempo. Miro todos los libros abiertos a mi alrededor y la bandeja que sostiene Adira. Mi estómago gruñe y sonrío.

—Creo que me tomaré un descanso ahora —murmuro y Adira sonríe, entrando por completo a la biblioteca.

—Lo encontré.

Adira y yo nos volvemos por el grito de Adina, que pasa la entrada sosteniendo una bolsa de malvaviscos de colores.

—Tuve que ser muy silenciosa, o Elijah y los dos pequeños me hubieran descubierto y esto —Sacude los malvaviscos—, no hubieran llegado hasta aquí.

—Y Zivia te manda a decir que extraña verte hurgando por dulces en su cocina.

—Lo sé, es sólo que... muchas cosas están pasando y yo siento que...

—¿No nos estarás evitando como a Ariel?

Mis ojos se disparan entre sus rostros y mis mejillas se colorean. Creo que todos han notado como he estado evitando a Ariel y a Adif. Aunque también creo que este último me ha estado evadiendo a mí. No lo he visto desde la confrontación de anoche.

—Sabemos que estás disgustada con papá por lo que hizo. —Adira me entrega la bandeja y me regala una pequeña sonrisa—. Él te ama Ageysha, mucho.

—Pero todo esto que está pasando —continúa Adina—, lo tiene un poco estresado y... molesto. Sólo está desesperado. No pienses que es contra ti, él intenta protegerte...

—Mi padre sabe que si te pierde, si te pasa algo, su corazón no será el único destrozado. Te amamos hermana, no soportaríamos vivir sin ti.

Un ola de sentimiento me atropella y siento mis ojos humedecerse por las palabras de mis hermanas. Asiento y extiendo mis brazos para cobijarlas en ellos. Nos abrazamos y me permito derramar unas cuantas lágrimas. Sé que mi familia me ama, estoy segura que yo los amo a ellos...

Y estoy mucho más segura que soy yo quien más teme por perderlos.

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SOMBRAS (Entre el Cielo y el Infierno #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora