No había vuelta atrás al terminar la escalada, simplemente resignarse a no perder y dar todo lo que podía ofrecer en un combate contra los demás contendientes. Ramlah en ese momento no sólo tenía miedo, sino que también coraje y mucha amargura en su ser; quería darles una paliza en verdad, pero algo dentro de él le decía que no debía hacerlo, que esperará hasta que comenzaran las pruebas. Pero eso no quería decir que iba a desquitarse cuando comenzarán, la ira nubla la concentración, y la concentración lo es todo en un combate; esa era la última lección que le dejó Tiamat y la cual iba a acatar a lo largo de las pruebas.
— ¡Vengan jóvenes, vengan aquí! —ordenó un Salamence pisoteando donde se encontraba, era uno de los jueces de las pruebas.
Todos los que estábamos presentes nos acercamos, podía sentir las miradas de todos los que estaban a mi alrededor observándome con desprecio, inclusive aquel Salamence lo hizo por unos segundos, antes de comenzar a hablar.
—Bien muchachos, hoy comienzan las pruebas de Krakus, como saben estas pruebas marcarán su destino dentro y fuera de la aldea —comenzó explicando—, los machos de Wawel las debemos de hacer obligatoriamente, las hembras pueden decidir entre hacerlas o no, ya que al momento de tener pareja, pueden dedicarse completamente al hogar y los cuidados que ameriten su esposo y crías.
—Una pregunta señor Zalce —preguntó un Axew refiriéndose al Salamence.
—Con gusto pequeño, ¿cuál es tu pregunta?
—¿Ramlah cuenta como algo en estas pruebas? —le preguntó mientras observaba a Ramlah con un gesto burlesco—, porque la verdad, creo que muy poco puede hacer con tantas limitaciones.
Las carcajadas comenzaron a escucharse, inclusive el mismo Zalce se estaba mofando, toda esta humillación iba dirigida hacia el pobre pequeño anaranjado. Si no se sentía completamente seguro esa mañana de poder triunfar en estas pruebas, con esto simplemente habían caído sus ánimos de poder continuar, y perder instantáneamente al entrar en combate con el primer contendiente.
—Solo espero que todos ustedes consigan salir adelante —interrumpió una voz muy familiar para Ramlah—, mi hermano ya se ha estado fastidiando con que las nuevas generaciones resulten un tanto débiles, tal vez sea buena idea el rechazar las segundas oportunidades en cuanto a las pruebas y mejor exiliar de inmediato al perdedor.
— ¡Tiamat! —exclamó aquel Axew conmocionado por la presencia del hermano del líder de su aldea.
— ¿Wax no es así? —preguntó refiriéndose a su nombre.
—Sí señor —afirmó el colmilludo, la presencia de Tiamat lo estaba intimidando.
—Aún recuerdo cuando lloraste hace unos meses, ¿fue por lo de tus colmillos no es así?
—Sí señor —le contestó con pena, las risas de muchos se escuchaban mientras que aquel Axew solo miraba al piso queriendo distraer su mente de la vergüenza que acababa de pasar.
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Honor de dragón
Adventure¿Acaso las bestias también son honorables? Los dragones son feroces, poderosos entes que parecen domar a la naturaleza, inclusive son despiadados y no tienen límites al demostrarlo. Pero, ¿tienen honor? Podrán alardear tener el honor de ser los qu...