Capítulo 19

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La última semana de Italia habíamos disfrutado como lo habíamos hecho todo este mes hasta que regresamos a Estados Unidos.

Cuando llegue a casa de Izan, lo primero que hice fue tumbarme en su casa y descansar, apenas había dormido allí y tampoco en el avión.

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Me había despertado bastante tarde, era sobre las una de la madrugada.

Izan también estaba dormido con la boca abierta, estaba super cansado.

Tuve llamadas perdidas por parte de Miranda y decidí llamarla.

—Me dijiste que hoy volvía, ¿ya estas de vuelta?—

Mire a Izan por unos segundos, y me salía de la habitación.

—Si, regresamos hace un par de horas pero me dormí y de vuelta estoy aquí.—

—¿Te vienes de fiesta?—

—Iría pero esta Izan dormido y..—

—Déjale dormir, habéis estados dos meses juntos, tomate tu propio respiro.—

—Son las una de la madrugada, ya no hay buses.—

—Estoy con unas amigas y tienen coche, dime la dirección y vamos a buscarte.—

—Está bien.—

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Me había pintado, me eche perfume y me puso unos tacones altos de color negro.

Salía del portal y las chicas estaban esperándome fuera del coche.

Miranda venía hacia a mí abrazandome fuertemente, y le seguía el abrazo.

—¡Te he echado de menos!—

Me apartaba de ella haciéndola callar.

—Izan puede escucharnos.—

—Está bien, tía, vámonos ya.—

Nos metimos dentro del coche para irnos de allí.

Miranda y yo no paramos de hablar sobre nuestro verano, y cuando llegamos a la discoteca comenzamos a beber.

Estaba pasándolo bien con mis amigas, echaba de menos también estos momentos.

No se cuantas copas llevaba encima pero estaba muy borracha que ni me podía mantener en pie.

El móvil comenzó a sonarme y miraba que era Izan.

Se lo cogía, intente hablar con él pero no entendía lo que estaba diciendo.

Asique decidí cogarle y seguía bailando por ello.

Miranda me tomaba de la mano repentinamente, y me señalaba con descaro.

—Ahí están Valentina y Byron.—

Abria mis ojos como podía.

Ellos dos se estaban besando y bailando.

Pero Valentina se aparto de él para bailar sola y Byron se sentó en el taburete.

Mire a Miranda.

—¿No había más discotecas?—dije borracha mientras me reía y Miranda nevaba.—

Byron se dio cuenta que estaba en el mismo lugar que él y abría sus ojos sorprendido.

Movía mi cabeza de un lado a otro mirándole por unos segundos.

Byron parecía estar agobiado al verme.

Decidí mirar a Miranda, mi móvil comenzó a sonar y era Izan.

La InsatisfechaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora