Estábamos Izan y yo en una discoteca después de cenar para entreternos un rato.
También se vino John.
Estábamos los tres pasándolo bien, hasta que volví a ver a Byron con Valentina y respire hondo.
Decidí sentirme en el taburete.
Izan me tomaba de la mano sin entender lo que me ocurría.
Sin más, le besaba a sus labios lentamente.
Izan me quería sacar a bailar pero no quería.
Estaba incómoda por si había alguna pelea.
Conocía a Byron, él es impulsivo.
Izan es todo lo contrario pero tampoco se quedaría quieto.
Miraba a veces a Byron, él se dio cuenta que yo también estaba y comenzó a discutir con Valentina.
Respiraba hondo por que me estaba agobiando y tome de la mano a Izan.
—Me quiero ir ya.—dije.—
Asintió
Se despedía de John y finalmente nos íbamos de allí.
Decidimos ir andando hasta casa por que Izan estaba un poco borracho, no estaba en condiciones de conducir.
Por suerte llegamos a casa y decidí ir al salón a sentarme al sofá.
Izan regresaba de la cocina tomando helado de chocolate y me miraba.
—Estaba tu ex ¿verdad?—
—¿Como lo sabes?—
—Por qué te he visto que lo mirabas y sabía que era él.—
—Izan, no pienses otra cosa.—
—Tranquila, se que no lo mirabas por otra cosa.—
—No quería ningún problema.—
Izan no dijo más nada, simplemente comía helado y apoyaba su cabeza a mi hombro.
—Tengo que contarte algo.—
—Dime.—dije.—
—Voy a irme a Milán a vivir y quiero que vengas conmigo.—
—¿Qué?—
Izan se apartaba de mí hombro, mirándome y seguía comiendo.
—Quiero que vivas conmigo.—
—Pero yo no puedo ir a Italia, tengo mi universidad.—
—El idioma es fácil allí.—
—Izan, no voy a dejar mi universidad.—
—Entiendo.—suspiró.— Es que en Italia me salió un proyecto importante y no me hago la idea de estar separado de ti.—
—Ni yo tampoco, pero creo que es egoísta por tu parte.—
—Perdón.—
Negue lentamente tocando de su pelo rubio, acariciandolo.
—Si debemos de separarnos, tendrá que ser así.—
Izan negó rápido dejando el helado sobre la mesa junto a la cuchara y tocaba mi cara.
—No voy a irme a vivir a Italia, no sin ti.—
—Pero es tu sueño.—
—Ya buscaré otra solución, pero yo no puedo estar sin ti.—
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La Insatisfecha
RomansaErika es una joven de 22 años. Está en su segundo año de carrera. Es una chica guapa, con sus virtudes y defectos. Su único problema es que nunca se ha sentido satisfecha en sus relaciones sexuales o casi nunca. Erika vive frustrada y a la vez vacía...