Había pasado una semana desde que no supe nada de Izan.
Ninguna llamada, mensaje..
Esto me hacia recordar mucho al pasado.¿De verdad me había dejado por no expresarle mis sentimientos?
Le había demostrado que le quiero con todos los actos que he hecho por él.
¿Acaso no les era suficiente?
******
El timbre estaba sonando demasiada veces y decidí levantarme de la cama adormilada.
Iba a pasa rápido hasta llegar a la puerta y abrir corriendo.
Era Byron y Miranda.
Byron tenía agarrada por los hombros a Miranda.
—¿Que ha pasado?—pregunté.—
—Miranda esta muy borracha.—
Deje pasar a Byron y decidí ayudarle hasta llevarle a la habitación.
Ambos la tumbamos a su cama hasta ver como dormía y ronca a la vez.
—Ha bebido hoy demasiado.—
—Vaya, será mejor dejarla dormir.—
Byron salía primero de la habitación y después yo, apagando la luz del cuarto.
Nos dirigíamos al salón, me quedaba de pie mirándole y él a mí.
—¿Cómo te encuentras?—preguntó.—
—Bien, me encuentro bien.—
Byron se quedó en silencio mirándome fijamente.
—Miranda me contó que ya no estás con ese chico llamado Izan.—
—Aún no es seguro, tal vez se haya ido por asuntos de trabajo.—
—Ya.—
—¿Que paso con Valentina exactamente?—
Byron alzó sus cejas sin entender la pregunta y miro a otro lado del apartamento.
—Ya te lo dije, nunca la quise y la dejé.—
—¿Y para que salías con ella?—
Byron se lamio el labio de abajo después de una risa absurda y agachó la mirada.
—Para olvidarte.—
Me quedé en silencio sintiéndome incomoda.
—Tampoco estuvimo mucho tiempo, Byron.—
—¿Que tiene que ver el tiempo? Yo llegué a sentir demasiado en tan poco tiempo.—
—Pues nunca lo mostraste.—
Byron suspiro y metió sus manos en sus bolsillos.
—Pues estuve enamorado y te quise.—se quedó en silencio mirándome a mis ojos.— No estoy diciendo que ahora siga enamorado de ti pero algo siempre queda.—
Empecé a negar con mi ceño fruncido.
—Byron, no lo hagas difícil.—dije repentinamente queriendo cortar la situación.— Estuvo bien en su tiempo pero yo..—
—Ya lo sé, Erika, nunca te llegaste a enamorar de mi como lo has hecho con Izan.—
Suspiraba profundamente.
—Sois muy diferentes.—
—Pues espero que volváis por que si tan enamorada estás, vas a pasarla mal en la ruptura.—dijo con rencor hacia a mí y se fue sin decirme ninguna palabra más.—
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La Insatisfecha
RomanceErika es una joven de 22 años. Está en su segundo año de carrera. Es una chica guapa, con sus virtudes y defectos. Su único problema es que nunca se ha sentido satisfecha en sus relaciones sexuales o casi nunca. Erika vive frustrada y a la vez vacía...