Pasaron unos días después de comprar el billete para volver a Estados Unidos.
Se lo comunique a mi madre y comenzó a pelear como siempre.
Decidí ignorarla por completo, asique decidí irme de fiesta con Luna.
Me puse una falda corta de color negro y de cuero junto a un top de color blanco, me puse también unas botas negras de tacon hasta la rodilla, también era de cuero y negra.
Dejé mi pelo suelto, y maquille mis labios de color rojo.
Cuando mi madre me vio, me dedico una mirada de desprecio pero decidí ignorarla por completo.
Siempre pero siempre estaba igual.
*****
Estaba en la discoteca con Luna, bebiendo y pasándola bien.
Cuando mi copa se acabó, decidí ir a la barra a pedirme otra copa.
Me dirigía hacia la barra hasta apoyarme y esperar a la camarera.
A mi lado había una chica con el pelo corto llegado a sus hombros y de color marrón aunque con tonalidades rubias.
Era una chica bastante delgada, pero tenía un gran trasero.
De rostro era una chica normal, no era fea ni tampoco guapa, una chica atractiva.
Me quedaba mirándola de reojo varias veces hasta que la camarera me hizo caso y le pedía mi copa.
La chica parecía estar desanimada, como si algo malo le hubiese pasado.
Me quedaba mirándola sin descaro y conseguí su atención.
-Hola.-dije con amabilidad mientras la miraba fijamente.- Veo que estas sola.-
Ella hizo una mueca pero luego asintió.
-Si, un chico me ha dejado plantada.-
-¿De verdad?-
-Si, de verdad, quedé con él hace una hora pero veo que no va a venir.-
-¿Y que piensas hacer?-
-Me voy a ir, no hago nada aquí.-
Puse una mano sobre su brazo y la mire de repente.
-Quédate, estoy con una amiga.-
Ella estaba extrañada por mi amabilidad y se quedó mirando a su alrededor.
-Mira, te invito a un chupito,
¿Quieres?-volví a insistir.-Ella volvía a mirarme sintiéndose incomoda.
-Yo..-
-Me llamó Erika.-
La chica me miró aún más confusa pero no se iba.
-Judith.-
Decidi darle dos besos en forma de saludo y me miró mientras comenzó a sonreír.
-Quédate Judith, te invito a lo que quieras, y anímate que la noche es joven.-
Judith no estaba convencida de quedarse pero lo hizo.
Nos quedamos las tres juntas, mientras bailamos y bebimos.
Judith me contó que quedó con un chico que conocio por una aplicación pero la dejó tirada.
La chica tenía dieciocho años y era británica.
Parecía tímida pero no lo era tanto como imagine.
Luna se fue antes que nosotras.
Y me quedé a solas con Judith.
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La Insatisfecha
RomanceErika es una joven de 22 años. Está en su segundo año de carrera. Es una chica guapa, con sus virtudes y defectos. Su único problema es que nunca se ha sentido satisfecha en sus relaciones sexuales o casi nunca. Erika vive frustrada y a la vez vacía...