Estuve en aquella habitación un par de horas llorando hasta que se me pasó todo y decidí volver a mi casa sin despedirme de nadie.
Llegue a mi casa, parecía que todos aún estaban durmiendo.
Decidí darme una ducha y dormir para despertar de esta pesadilla.
Al despertar, me quedaba en la habitación.
Cogía mi móvil que estaba en la mesita de noche, no tenia ninguna llamada de Izan.
Empecé a llamarle un par de veces, imagine que estaría aún en el avión.
Me quedaba pensativa por momentos.
No entendía por qué Izan se fue a si por que si.
Tal vez ya se había casando de mi, nunca me lo dijo o me lo mostró.
Pero cansarse por qué nunca le dije que le quería o por qué no le demostraba..
Si que le he demostrado que me quería por los actos, las palabras no sirven de nada.
Pero claro que le quiero, nunca he querido a nadie como a él.
No estaba entendiendo la situación pero se que mañana sería otro día.
******
Pasaron tres días cuando Izan no me cogió el móvil y decidí volver a Estados Unidos.
Mi madre se lo tomo con resignación.
Volvería pero antes tenía que arreglar las cosas con Izan.
...
Después de un molesto y largo viaje, lo primero que hice fue ir a casa de Izan y tocar su puerta para ver si estaba.
Estuve media hora tocando su puerta, incluso llamándole por el móvil pero no lo cogía.
Esto ya si que era raro.
Decidí llamar a John, a su amigo.
Por suerte su amigo me lo cogió a la primera.
—¿Hola?—preguntó extrañado sin saber quién era.—
—John, soy Erika.—
—Anda, hola, Erika, cuanto tiempo.—
—Si, cuanto tiempo.—
—¿Como estás?—
—Bien, muy bien.—dije forzando una voz amable y aclaraba mi garganta.— Oye, ¿sabes donde está Izan?—
—Si, está en México.—
—¿Qué?—
—Si, justamente ayer estuve con él, me dijo que se iba a México por un tiempo y que no sabía cuando regresaría de nuevo, le acompañe al aeropuerto.—
—¿A México? Pero..—sacudía mi cabeza sin entender nada.— ¿Te dijo algo de mi?—
—Que estabas en Bristol y que volverías al terminar el verano.—
—Ah, vale.. bueno pues gracias por la información John, ya nos veremos.—Le colgaba de repente poniendo las manos sobre mi cabeza y me quedaba mirando a la puerta.—
Era como una pesadilla o una broma de mal gusto.
Izan estaba en México y no me cogía el móvil.
Yo no tenía en donde quedarme a dormir por que las llaves las tenía él.
Tampoco podía quedarme a dormir en la universidad por qué dejé de pagar la residencia hacia tiempo.
¿Que otra cosa podía hacer?
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La Insatisfecha
RomanceErika es una joven de 22 años. Está en su segundo año de carrera. Es una chica guapa, con sus virtudes y defectos. Su único problema es que nunca se ha sentido satisfecha en sus relaciones sexuales o casi nunca. Erika vive frustrada y a la vez vacía...