Capítulo 42

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Estuve en aquella habitación un par de horas llorando hasta que se me pasó todo y decidí volver a mi casa sin despedirme de nadie.

Llegue a mi casa, parecía que todos aún estaban durmiendo.

Decidí darme una ducha y dormir para despertar de esta pesadilla.

Al despertar, me quedaba en la habitación.

Cogía mi móvil que estaba en la mesita de noche, no tenia ninguna llamada de Izan.

Empecé a llamarle un par de veces, imagine que estaría aún en el avión.

Me quedaba pensativa por momentos.

No entendía por qué Izan se fue a si por que si.

Tal vez ya se había casando de mi, nunca me lo dijo o me lo mostró.

Pero cansarse por qué nunca le dije que le quería o por qué no le demostraba..

Si que le he demostrado que me quería por los actos, las palabras no sirven de nada.

Pero claro que le quiero, nunca he querido a nadie como a él.

No estaba entendiendo la situación pero se que mañana sería otro día.

******

Pasaron tres días cuando Izan no me cogió el móvil y decidí volver a Estados Unidos.

Mi madre se lo tomo con resignación.

Volvería pero antes tenía que arreglar las cosas con Izan.

...

Después de un molesto y largo viaje, lo primero que hice fue ir a casa de Izan y tocar su puerta para ver si estaba.

Estuve media hora tocando su puerta, incluso llamándole por el móvil pero no lo cogía.

Esto ya si que era raro.

Decidí llamar a John, a su amigo.

Por suerte su amigo me lo cogió a la primera.

—¿Hola?—preguntó extrañado sin saber quién era.—

—John, soy Erika.—

—Anda, hola, Erika, cuanto tiempo.—

—Si, cuanto tiempo.—

—¿Como estás?—

—Bien, muy bien.—dije forzando una voz amable y aclaraba mi garganta.— Oye, ¿sabes donde está Izan?—

—Si, está en México.—

—¿Qué?—

—Si, justamente ayer estuve con él, me dijo que se iba a México por un tiempo y que no sabía cuando regresaría de nuevo, le acompañe al aeropuerto.—

—¿A México? Pero..—sacudía mi cabeza sin entender nada.— ¿Te dijo algo de mi?—

—Que estabas en Bristol y que volverías al terminar el verano.—

—Ah, vale.. bueno pues gracias por la información John, ya nos veremos.—Le colgaba de repente poniendo las manos sobre mi cabeza y me quedaba mirando a la puerta.—

Era como una pesadilla o una broma de mal gusto.

Izan estaba en México y no me cogía el móvil.

Yo no tenía en donde quedarme a dormir por que las llaves las tenía él.

Tampoco podía quedarme a dormir en la universidad por qué dejé de pagar la residencia hacia tiempo.

¿Que otra cosa podía hacer?

La InsatisfechaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora