Me faltó decir, el protagonista de mi obra, está basado, mejor dicho, es Tobey Mcguire, con el look que tenía en Spiderman 2.
Katherine se acercó a mí, pasando por encima de mi primo, y me dijo:
- Me cansé de vagar por la ciudad, vine a almorzar– me dijo muy despreocupada -.
- ¿Vamos a comer? – me preguntó -.
- Sí, sí claro – es lo único que atiné a decir–.
Compramos un par de refrescos y unos burritos para microondas, que yo puse a calentar, y nos sentamos en una de las mesas de clientes. Ya que yo estaba en descanso, mi primo es el que tuvo que cobrarnos, para su incomodidad, y después se sentó a unas 2 mesas de nosotros, junto con su sequito de pesados a mirarnos. Y no eran los únicos, 5 de las chicas que acosaban a Katherine, no entendían cuándo debían dejar a una persona en paz, y nos miraban por la ventana, como si fueramos hamsters en un aparador. Las otras, perdieron el interés en cuánto entendieron que no era Kristen Stewart y se fueron.
Fue un poco incómodo comer así, debo confesarlo, sentía que si no usaba un tenedor correctamente o hacia algo así, todos estarían sobre mí. Katherine me empezó a platicar sobre su día.
- Caminé por todas partes, estoy un tanto harta – me dice Kathy mientras me mira fijamente a los ojos. Los chicos de la tienda no podían creer la atención que me ponía al hablar, como la de amigos de confianza que se han conocido toda la vida -.
- La gente de esta ciudad es nefasta, me da miedo, me pasé todo el día queriendo alguien con quien hablar – agrega ella, jugando con su cabello y mordiéndose el labio inferior, en la parte izquierda, supongo que heredó algo de los manierismos y ansiedad social de Kristen Stewart -.
Mostraba ese nerviosismo porque, mientras me contaba, en su mente estaba recordando las experiencias que vivió ese día, las calles que recorrió, las cosas que vio, las personas que le hicieron sentir incomoda .
- En verdad me hiciste falta hoy – termina -.
- Bueno – digo, tratando de sumarme a la plática, con mi ceja derecha levantada -.
- No sé qué decir. A ¿dónde fuiste?, ¿qué hiciste?, ¿qué fue todo ese alboroto de hace un rato?
- ¿Ellas? – pregunta, señalando de reojo a las chicas que la acosaban por la ventana – No sé, estaban aquí cuando llegué a la plaza, y empezaron a seguirme cuando me acerqué aquí. Eran 2 o 3 cuando empezó, pero a medida que avancé, me fueron siguiendo más. Y no importa, solo estuve deambulando por la calle,sentándome en las bancas, y viendo unos aparadores. Visité como 3 jardines – dice sonriendo, volteándome a ver con complicidad, esperando que le respondiera algo sobre eso -.
- ¡Katherine! - grita una de las chicas de afuera de la ventana -. ¡Te esperamos en esta banca, ven aquí cuando termines de hablar, ¿sí?!
- ¿Katherine? – le pregunto -. ¿De dónde salió Katherine?, ¿No que no tenias nombre?, digo.
- No es así cómo me llamo – me responde -, es el nombre que se me ocurrió cuando me preguntaron, pensándolo bien quiero llamarme así.
- Y ¿cuál es tu verdadero nombre? – replico, a lo que ella toma un sorbo de refresco para desentenderse de mi pregunta, como es su costumbre -.
- Está bien, entiendo. ¿Y por qué Katherine? – dije sin insistir más en su verdadero nombre – .
- Pensé en esa chica de la serie de vampiros que te gusta.
- ¿Hablas de "Vampire Diaries"? – sonrío - Qué curioso que tú hayas elegido el nombre de una serie de vampiros, jejej.
- ¿Por qué?... ¡ah!, entiendo, ja -ella rió cuando entendió que hice una referencia a crepúsculo -, me gusta ese nombre, es bonito – agregó –.
- Será así como te llame a partir de ahora.
Por lo que ella decía, parece que no le agradan las personas de aquí, a pesar de que fue fácilmente aceptada entre ellas. La presencia de Katherine llamó mucho la atención en la tienda, las personas no podían dejar de verla, los chicos no paraban de tratar de llamar su atención, y otros empleados detenían sus actividades para ponernos atención. Era como ser el espectáculo principal de un evento. Un chico en la mesa de al lado la miró cínicamente mientras tomaba de su baso con popote, levantando sus ceja y sonriendo, algo que incomodó a Katherine e hizo una mueca de desagrado, mirandome a mí como pidiendo ayuda con los ojos, otro chico en bicicleta afuera, chocó con un poste por verla, y otro indiscreto, fingió tomarse una selfie, apuntando la cámara hacia nosotros, para tenerla en su celular. Nunca en mi vida había estado en una situación así, tan paparazzi. Pero aun así, estábamos tan cómodos juntos, que pudimos superarlo.
Di una mordida a mi burrito y dije.
- ¿Y qué viste en los jardines?
- Katherine iba a responder, pero se quedó viéndome pensativa - Desde que entré aquí, noto que te ves un poco angustiado – me dice -. ¿Te pasó algo mientras trabajabas? – pregunta de forma casi afirmativa -.
Al decirme eso, no pude evitar mirar de reojo a la mesa de mi primo, ella se da cuenta y dice.
- Fue él, ¿verdad? – dice refiriéndose a Stefan - ¿De nuevo te jugó una de sus bromas pesadas?
- N-no, estoy bien, son juegos normales entre adolescentes - digo fingiendo una sonrisa -.
- No lo tomes en cuenta –me corta el comentario -. No sé cómo alguien tan feo puede tener un ego tan grande y ser popular con algunas mujeres. Tú eres mucho más lindo – dice poniendo su mano en mi rostro -, tienes muy bonitos ojos azules.
Enmudecí por un momento y puse una sonrisa de tonto, era el primer alago sobre mi físico que me hacía una mujer, y aunque suene engreído, merecido, ya que mi primo era un orco. Era mitad hispano, con una cara ancha, mandíbula gorda como de gorila, 1.69 de estatura, cadera rara, tronco largo, piernas cortas, que se veían muy raros en alguien con su piel tan blanca y ojos verdes que heredó de mi tío, yo tampoco entendía por qué él sí era aceptado.
Platicamos muy cómodamente durante unos minutos, antes de que mi descanso terminara y mi primo se acercara a decirme que tengo que volver al trabajo.
- Ok – le respondí, me despedí de Kathy diciéndole que la vería luego, y me paré de mi asiento -.
Kathy, con preocupación en su rostro, volteó a ver a las chicas de la ventana, me tomó de la mano y me dijo: "no, por favor no te vayas".
- Espérame cerca, no falta mucho para irme, después podré volver contigo.
Kathy se veía muy afligida cuando me dijo eso, algo le preocupaba mucho. Finalmente,como no queriendo, se dirigió a la salida, y yo volví al trabajo. Su presencia,al levantarse de su asiento, no pasó inadvertida por los chicos del local,quienes no dudaron en gritarle para que volteara a verlos. Kathy solo bajo la mirada al piso, luego volteó al frente y siguió caminando para ignorarlos hasta salir. Desde el mostrador podía ver cómo las chicas que la esperaban en la banca, corrieron hacia ella y la rodearon en la salida, mientras que Kathy se mostraba visiblemente nerviosa y jugaba con su cabello mientras las atendía. Katherine, sin duda, se había convertido en una celebridad. No hubo más incidentes que valga la pena mencionar en el transcurso del día, SALVO, quizá, que un empleado de 27 años me compró un refresco y me hizo plática durante el resto del día, como felicitándome, algo que nunca había pasado mientras estuve ahí, y otros chicos me miraban, ya no con burla y rechazo, sino con algo de respeto, curiosidad, y hasta envidia, si puedo decir. La sola compañía de Kathy había subido mi reputación. Llegaron las 4, y después de acomodar la tienda y hacer inventario, tomé mis cosas y me dirigí a la puerta. Al salir, noté que Kathy estaba ahí, en la banca de enfrente, sin las chicas, probablemente me había esperado ahí durante 5 horas mientras salía. Me acerqué a ella, y le dije: "es hora de irnos". Ella sonrió, se levantó rápidamente y corrió a mí.
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La realidad de un tejedor de sueños.
FantasySiempre hemos oído la retórica de que tener todo lo que deseas no es bueno, que te lamentarías si tal cosa pasará, ademas de no ser plausible, ¿será cierto? Bueno en esta historia, vamos a imaginarlo.