Siempre hemos oído la retórica de que tener todo lo que deseas no es bueno, que te lamentarías si tal cosa pasará, ademas de no ser plausible, ¿será cierto? Bueno en esta historia, vamos a imaginarlo.
La vida es un eterno balance entre la tristeza y la felicidad.
— Jopyu23
Los dejo con una bonita canción, para si este aburrido episodio los fastidia, al menos puedan disfrutar de buena música. No se olviden, si tienen alguna, de darme todas sus sugerencias para mejorar la trama, en verdad las tomo en cuenta.
Ahora que la podía ver bien, la chica nueva en mi habitación, era la viva imagen de la actriz Ryan Newman, de la serie de Zeke y Luther, recuerdo que había sido un crush gigante mío en aquel entonces, era una versión adolescente de ella, al menos en el cuerpo. Su cara, aunque aún con rasgos infantiles, parecía tallada por los ángeles, su cuerpo estaba libre de defectos, con una cintura pequeña que le daba mucha forma a su figura, un busto destacado de copa C o D, una cadera curvilínea, trasero pequeño bien parado, piernas delgadas pero torneadas, delgada como Miley Cyrus, de un poco menos de 1,60 de estatura, era perfecto, el tipo ideal de cuerpo que yo siempre soñaba en una chica, no podía dejar de verla, me quedé inmovilizado con su belleza, igualaba, o incluso superaba la de Katherine.
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Las miradas de ambas chicas se cruzaron en medio de la habitación, ambas mirándose desafiantemente, con un toque de desconfianza.
- Oh no, ¿tú cómo llegaste aquí? – le cuestiona Katherine a la adolescente en vestido –.
La nueva chica pone una cara seria, ve a Katherine fijamente, y se dirige caminando a ella lentamente, hasta quedar de frente a ella.
La chica se queda viendo a los ojos de Kat atentamente, y luego le da una pequeña olfateada a su cuerpo, inclinando su cabeza un poco.
- Ya veo, eres como yo, entonces supongo que llegamos por el mismo lado, querida – lo dice sonriendo con cara de niña prepotente, después se voltea, cierra los ojos y agrega -. Disculpa, no tengo tiempo, estoy ocupada en este momento – y se separa de ella, caminando de nuevo hacía mí.
Finalmente, al estar a medio metro de mi cuerpo, se hinca y camina a gatas hacia mi cara. Yo sigo arrastrándome en el piso, hasta que estoy contra una pared que estaba cerca de mi ventana, sudando, confundido y acorralado.
- No huyas, ven aquí, cosita linda –me dice esta extraña-
Mi corazón late muy deprisa en una mezcla de excitación, miedo e incomodidad por estar frente a Katherine. Tengo su cara a apenas unos milímetros de mí, con su labios poniéndose en pico, y finalmente me remata con el beso más invasivo que haya visto en mi vida hasta en las películas; metía su lengua en mi boca tan profundo que la sentía tocando mi campanilla, se recargaba frotandosecontra mi cuerpo, tenía sus ojos cerrados como lo hacen en las series de romance, y sujetaba mi camisa del cuello para que no escapara.
Era una escena bastante incomoda, y para Katherine, que veía esto desde primera fila, era imposible no mostrar el malestar que le causaba. Sus ojos lo decían todo, ella no quería estar allí, tanto que de repente su mente se perdió de la realidad, en un recuerdo de cómo había llegado aquí.
