CEO Ceremony ⑵ «JIKOOK» ┇ Adap

↷Capitulo•21

"Y es que con la persona perfecta, eres el monstruo perfecto"

Las respiraciones pesadas, aquellas manos contra la pared de la oficina de Jimin, el ruido de pieles chocando, los labios del CEO en el cuello del modelo, el último con sus ojos cerrados amando cada instante...

-Dios... voy a... Jimin...- gimoteó jungkook cuando sintió a Jimin detenerse y apenas rozar su miembro.

-No vas a correrte hasta que te lo diga- murmuró Jimin y jugó con su lóbulo... ¡Dios, debería hacerlo pagar por lo que le hizo!

Jungkook apoyó su frente en la pared, jadeando en busca de aire, de tratar de no obedecer a Jimin... pero no tenía éxito, le era imposible.

-Por favor...- lloriqueó el modelo.

Y Jimin comenzó sus embestidas nuevamente, besando su hombro y su cuello, tocandolo por todas partes, Debían de hacerlo rápido antes de que su hijo llegara pero Jimin no quería terminar aquello sinceramente no quería.

-Quisiste divorciarte...-le gruñó al oído y una embestida dura hizo a jungkook moverse más a la pared- Quisiste dejarme...

<otra.>

-Es que no podía... no podía...- una mano del modelo fue a parar a la nuca de su esposo.

-¿No podías.

Jimin le rió ronco en su oído, la piel de jungkook experimentó un escalofrío

-Mi nene no podía...-
habló entre dientes y pellizcó su trasero, causando que jungkook se mordiera los labios.

Ese último fetiche descubierto a veces (pocas veces que podían) hacía el sexo algo... casi depravado y pervertido... pero para qué mentir, era sexy en algún punto retorcido.

-Perdón Daddy... quería toda tu atención...-
se lamentó jungkook, disfrazando su verdad con aquel kink- Pero no sabía cómo... y te ví... ah...-
gimoteó cuando Jimin embistió a su próstata y presionó su erección aún más- Tenía miedo...

-Nadie es como tú, ¿escuchaste? Nadie- gimió Jimin, girandole el rostro para besarlo profundo, para jugar con su lengua.

-Perdón- suspiró el modelo contra aquellos labios.Y entonces el orgasmo los golpeó junto a la sinceridad del momento.

Jungkook quedó entre los brazos contrarios y el CEO lo levantó para llevarlos a la silla detrás del escritorio.

Jungkook sintió las caricias y besos de Jimin por todo su cuerpo y rostro, sus ropas estaban hechas ovillos por algún lado de aquella habitación. Las palabras no fueron necesarias, todo estaba al fin en su lugar, como debió haber sido desde un principio.

-Debemos dar aviso a la policia-
susurró Jimin, con su mentón entre los cabellos de jungkook.

-Quiero acabarla yo- murmuró el modelo-
En ese coche iba nuestro bebé, Jimin. Si no fuera por nosotros, nuestro hijo no estaría con nosotros.

-No eres un asesino jungkook, ¿qué piensas hacer?

-Yo no, en cambio Whee-in es capaz de ensuciarse las manos.

Jimin se quedó callado. Luego haría entrar en razón a su marido.

-Hablando de ella- murmuró el CEO- ¿Qué relación tiene con Hoseok?