Visions. Is it love Colin [TERMINADA. PENDIENTE CORREGIR ERRORES]

35. Rusia 3

Estamos en un estado entre expectante y nervioso, pues ahora estamos bebiendo un poco de vino mientras descansamos medianamente, Colin sigue revisando en la laptop las distintas máquinas, desde impresoras hasta monitores, le lleva tiempo revisar y descartar debido a la gran cantidad de aparatos. No ha tenido éxito hasta ahora.

Dan las 11 de la noche y sin encontrar nada aún, mi nerviosismo comienza a crecer, y me esfuerzo en que no sea evidente, puedo observar en el cuerpo de Colin la tensión que también tiene, en cada uno de sus músculos tan tensos que dibujan sus curvas aún con la ropa puesta, lo cual me provoca pensamientos obscenos de su cuerpo sobre el mío. Así que decido que necesitamos un respiro.

Me acerco con paso decidido (y un tanto cojo, pero eso él no lo ve), y me siento sobre sus piernas, abrazándome a su cuello y poniendo mis manos en su espalda después, y tras dedicarme una sonrisa sexy, cierra el ordenador, me toma por la cintura y hunde su cara en mi cuello.

Colin: Perdón... mañana seguiré con esto –me carga-

Inha: Tengo una actividad más provechosa planeada para usted, señor guardaespaldas –levanta una ceja-

Colin: ¿Ah si?, y ¿cuál sería esa actividad señorita?, usted sabe que estoy a su entera disposición –me muerdo el labio ante esa frase-.

Inha: ¿Qué te parece si nos damos un baño?, ¡hay que refrescarnos y relajarnos un poco!.

Colin: Me parece una idea brillante.

Comienza a quitarse el saco lentamente mientras tiene su mirada clavada en la mía, y de inmediato comprendo que sin compasión ante mi necesidad desesperada de fundirnos en uno, me provoca descaradamente, y eso no quedará impune, sonrío diabólicamente y comienzo a deslizar lentamente el cierre del vestido hacia abajo con una mano, y con la otra deslizo a la vez suavemente la tela, acariciando hacia abajo y lentamente mi piel con ella, mientras sostengo su mirada.

Cuando estamos sólo en ropa interior lucho con todas mis fuerzas por no jalarlo hacia mí en ese momento, y a notar por la evidente erección en sus bóxers, creo que ambos estamos jugando con fuego mientras tenemos una lucha interna silenciosa cada quien. Le extiendo la mano y sonríe victorioso, pero cuando cree que ha vencido y se acerca a besarme, me giro y comienzo a guiarlo hacia el baño.

Entramos bajo el chorro de la regadera aún en ropa interior, besándonos desesperadamente, Colin desabrocha mi sujetador y se deshace de él, luego baja mis pantaletas con los dientes, creo que voy a perder la cabeza ante el placer que me provoca no sólo con sus caricias o su físico, también con su actitud felina, recorre mi cuerpo con sus caricias mientras nuestras lenguas danzan incapaces de separarse y nuestros labios se exigen cada vez más, tan desesperados como nosotros.