BE MY ALPHA

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-¿Siempre perjudicaras mis calificaciones así?

- Vamos, no te quejes. Te encanta venir aquí y que te invite un par de camarones con limón.- Se defendió el adolecente de cabello negro, quien arrastraba dentro del restaurante de marisco el cuerpo de su amigo.- Además, estamos a una semana de los exámenes de fin de año. Merecemos un descanso ¿Qué mejor que comer aquí, con el mar de Busan dando su sinfonía a muy pocos metros?

-¿Te pusiste poético?- Indago, riendo de las ocurrencias tontas que se le ocurrían a su compañero.

-Dios, no seas amargado. – Rodo los ojos.- Solo ven y come conmigo, Jinyoung. –Regañó antes de caminar por el puesto, tomando la mesa del fondo, la más cercana a la ventana.

Jinyoung rodo los ojos en desaprobación de perder una clase, pero nunca dijo que no voz alta, nunca podía decir que no a los pedidos de Jackson por muy mal que estuvieran. Sus piernas como siempre seguían a su corazón y camino con mucha determinación para tomar asiento justo enfrente de su amigo.

-¿Por qué te gusta tanto este lugar?- Pregunto curioso el menor. Cogió la carta en la mesa para evitar la mirada de su amigo, observo los precios y las comidas, pero sus oídos estaban atentos a la pronta respuesta.

Jackson le echo una mirada antes de reír en lo bajo. Esa pregunta sabia que llegaría tarde o temprano, no era la primera vez que estaban compartiendo una comida en ese lugar y casi siempre a la misma hora. Tanto para él como para Jinyoung esto se había vuelto una tradición de una vez al mes, solo en casos muy extremos, como un día de examen o un paseo planeado fuera de la escuela, estos encuentros no ocurrían.

-¿Acaso no es obvio? –Jinyoung levanto la mirada tras esa respuesta, sus ojos conectaron con los marrones que brillaban tan radiantes como su sonrisa.- Yo creo que el sonido del mar es lo mas romántico del mundo. No hay nada como la sinfonía de las olas de fondo mientras sientes como tu paladar se emociona al degustar tu comida favorita y como tu estomago, tu pecho se llena poco a poco con la satisfacción. – Rió.- Siempre he pensado que es como enamorarse y conseguir que esa persona te corresponda.

El sentimiento de enamorarse y que te correspondan.

Y aquí estaban otra vez.

Jinyoung no podía creer que el lugar siguiera abierto luego de tanto tiempo. Esa mañana mientras se ponía sus jeans claros y su suéter azul oscuro, se puso a pensar en lo distinto que podría lucir todo en aquel restaurante. Se imagino algo moderno, debido a los años y la innovación tecnológica. Incluso pensó que al entrar no vería a la señora Lee detrás de la barra y al señor Cho en el fondo de la cocina friendo los camarones o el pescado.

Por un momento tuvo miedo de no reconocer el lugar donde había pasado los mejores días de su adolescencia, y se llevo una grata sorpresa cuando esas miles de dudas se disiparon ante el panorama que sus ojos captaron al entrar al lugar. No solo todo estaba igual, las mesas, los cuadros en las paredes y los señores Cho, que a pesar de estar más viejos, seguían recibiendo a la gente con la misma alegría y calidez de siempre. Quica la pintura estuviera un poco mas retocada, pero no había cambios en los colores.

Cada cosa estaba en su lugar, incluso Jackson sentado frente a él. Jinyoung lo observo mientras que este estaba revisando la carta, aprovecho el instante de distracción del mayor para detallar ciertos rasgos que habían cambiado pero que en esencia seguían ahí y lo hacían ser aquel adolecente enamorado que alguna vez fue.

Jackson, su primer amor. Su primer alfa y quien pensó que sería el padre de sus hijos. Aquel adolescente de cabello negro, vigoroso y lleno de energía, se había convertido en este hombre más tonificado, con un mejor estilo. No es que antes pensara que su amigo tenia malos gustos, nunca podría haberse quejado de ver los brazos descubiertos de Jackson al usar sus camisetas sin mangas junto a sus pantalones deportivos, ese era su estilo y Jinyoung aprendió a admirarlo con el pasar del tiempo; hasta le tomo cierto gusto e implemento los pantalones deportivos un par de veces, ya que parecían resaltar las partes adecuadas de su cuerpo.