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- Jamás pensé que diría esto, pero gracias.

Jaebeom abrió los ojos cuando la voz conocida hizo eco en sus oídos, con solo girar un poco su cabeza pudo ver la figura masculina acercarse al lugar donde estaba tirado y descansando. Los rayos de sol aun se filtraba debajo del árbol donde reposaba, el clima era cálido lo cual era perfecto para él, suficiente como para reponer sus energías drenadas durante toda la mañana y tarde.

Si alguien le hubiera dicho que tendría que seguir interpretando una imagen aun fuera en su descanso, en su anterior vida, quizá los hubiera mandado a la mierda y les habría dejado en claro que jamás se sometería a usar su único tiempo en fingir algo que no es; pero mírenlo ahora. Ni él mismo se cree todo lo que ha hecho hasta ahora, y viendo a Jinyoung a su lado, es tan irreal pensar que cada una de esas locuras tienen que ver con ese hombre.

-Si te encuentras muy cansado podemos volver a casa. Mis padres quieren cenar aquí, pero no sé qué tan dispuesto estas para aguantar hasta la noche.- La voz del omega era cálida, dando a entender que estaba siendo compasivo. Jinyoung normalmente era de los que ordenaban y no sugería, pero Jaebeom podía captar que en esta ocasión, mientras se sentaba a su lado para hacerle compañía, solo lo estaba dejando todo en sus manos.

SI fuera por él estaría tomando una siesta en una cama y no en medio del pasto. No era un ser muy amante de la naturaleza, estaba tan acostumbrado a la vida en la ciudad que tener tanta calma era, como decirlo ¿Nuevo? ¿Agotador? Era irónico, pero el sonido del rio a lo lejos provoca que quisiera cerrar sus ojos y solo dejarse llevar hasta dormir.

Otra cosa era que los niños y la hermana de Jinyoung lo habían tenido ocupado hasta que llego la hora de merendar. Entre juegos y las preguntas de Sooyoung estaba agotado, tanto que prefirió dejar que todos fueran a comer mientras que el se alejaba un poco para dormir debajo del árbol. No supo bien cuanto tiempo paso tirado en el suelo, ni si había dormido bien o mal, pero cuando su manager apareció, sus ojos parecieron abrirse automáticamente y, aunque los tenia ocultos bajo los lentes de sol, estaban alertas.

Culpaba a esa reacción por siempre ser despertado por el omega, y no era que lo levantaban con un dulce beso o caricia, jamás, casi siempre era escuchar una voz para luego segundos después sentir el agua fría sobre su cara o su cabello. Eso muchas veces provoco que se levantara de mal humor al principio, pero a la larga lo entreno para saber que su cerebro debía reaccionar apenas escuchara la melodía del tono de voz.

Si, podría ser que ya le tenía miedo a Jinyoung en las mañanas.

-¡Jaebeom!– De nuevo su nombre hizo que prestara atención. No se iba a levantar, así que solo acomodo su cuerpo y con sus brazos por detrás de su cabeza se mantuvo tirado mirando a su acompañante.- Realmente gracias por todo.

-No hice nada.

-Claro que hiciste. Hiciste demasiado.- Jinyoung no quería mostrarse impresionado, pero sí que lo estaba. A veces Jaebeom era un tipo difícil de comprender, era consciente que no se trataba de una mala persona, pero ¿Cómo puedes ser tan bueno y a la vez tan idiota? Es una combinación algo rara. -Aunque fue una jugada muy peligrosa. ¿Sabes cuánto me habría costado el precio de tu cabeza en la agencia? Ellos habrían estado frenéticos si mi padre te mataba.

-No me iba a quedar callado cuando me necesitabas.- Dijo, y pudo ver en los ojos del omega la sorpresa de sus dichos. Quizá fue mucho.- Digo, se notaba que estabas cansado de escuchar todo eso, yo solo dije lo que creía que querías decir.

-Oh...- Rió, y sin mucho más que decir, el castaño se acomodo justo al lado del alfa, recostándose también para mirar hacia arriba, donde las hojas de los arboles se mecían por el viento cálido.- Entonces ¿Gracias? Realmente has sido de gran ayuda. Lo aprecio.

BE MY ALPHADonde viven las historias. Descúbrelo ahora