BE MY ALPHA

12

-Sé que puede ser complicado a veces.

-¿Disculpe?- Los ojos del omega se posaron en la mujer a su derecha.

La voz de la madre de Jaebeom irrumpió en la tranquilidad del castaño, quien apenas había terminado de hablar con el alfa, se calmo y salió para darle ayuda con la tarea de lavar los platos; siendo lo mínimo que podía hacer después de una deliciosa cena.

-Jaebeom, él es un poco complicado de entender, pero no es un mal chico.- Dijo, repasando los platos húmedos con el pedazo de tela que había conseguido, eliminando las gotas hasta dejar todo seco y ponerlos en una pila; uno encima del otro.

La expresión de la mujer parecía tranquila, así que Jinyoung no se sintió intimidado. No veía como podría estarlo luego de librarse de Jaebeom, quien había salido a atender una llamada afuera, dándole espacio para no recordar que luego de todo esto ellos tendrían que hablar de lo sucedido en días anteriores, y aclarar sea de paso en qué punto estaba su relación ahora.

¿Aunque necesariamente algo había cambiado? Para Jinyoung no. Bueno, podría ser que ahora sabia un poco más de la reputación de aquel alfa en la cama, y entendía porque más de uno se volvía loco por repetir los encuentros con este. Nos los culpaba, pero tampoco podía ponerse del lado de aquellos que terminaron siempre poniendo su trabajo difícil. Los amoríos de Jaebeom siempre terminaban mal. A lo que le llevaba a pensar ¿Él sería considerado ahora como un amorío? ¡No! ¡Imposible! Ellos solo habían follado por culpa de un celo, no porque realmente se necesitaran fuera de las hormonas y de sus animales.

El castaño estaba seguro de que no podría terminar mal lo de ellos porque en primer lugar nunca hubo, ni habrá, un ¨ellos¨. Eran solo negocios lo que los unió y era mejor que se quedaran así las cosas. Más ahora que Jackson había vuelto a aparecer en su vida y eso movió varios recuerdos dentro de su corazón.

-¿Joven Park?- Jinyoung no supo cuanto tiempo paso refregando una de las ollas, pero debió ser demasiado ya que estas estaban llenas de espuma.- Creo que lo incomode con mis palabras.

-No, no. No es eso.- Intento contestar rápido, encontrando en su mente las palabras adecuadas para responderle.- Solo estaba pensando en que es cierto. Jaebeom no es un mal chico, supongo que es solo algo difícil de descifrar a veces.- Se limito a contestar, levantando aquellos utensilios con espuma y llevarlos hacia abajo del agua para limpiarlos uno a uno.

-Soy consciente de lo mucho que ha hecho por él en lo largo de su carrera y parte de que mi hijo sea la sensación que es ahora, tiene que ver mucho contigo.- Jinyoung sonrió por el halago. Las palabras de la señora Im sonaban sinceras, así que se permitió a si mismo sentirse feliz porque alguien estaba reconociendo su largo trabajo.- Tú lo conoces bien, y aunque ves las mismas acciones que algunos paparazzis resaltan de él, aun sigues creyendo en mi hijo.

-Porque tiene talento. Que sea una persona de relaciones tormentosas o de acostarse con todos, no lo define.- Expreso, y giro solo unos segundos para verla.

En realidad, las palabras que acababa de decir eran algunas de las tantas que siempre explico a los ceos de la empresa. Él no juzgaba al menor por ser un irresponsable con su verga, su trabajo no consistía en eso después de todo. Si, podría ser que a Jinyoung esas actitudes le sacaran canas, pero lo que Jaebeom cagaba con su vida personal, lo arreglaba luego con su voz y sus canciones. El hombre tenía talento, y ser un pésimo novio/amante, no tenia porque definir en la vida de nadie.

Muchos artistas crean gran música y no son específicamente ángeles; Chris Brown y Michael Jackson eran claros ejemplos de eso.

- El brilla porque nació para eso. Su hijo puede ser un dolor de cabeza, pero considero que es un gran artista y merece estar en los escenarios.- Refuto el omega, cerrando finalmente el agua y secando sus manos con algunas servilletas; dando por terminado su tarea de lavar.