Capítulo 12

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━Jade

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━Jade

Me quedé petrificada enfrente del porche. Ambos de mis brazos colgando a cada lado de mi cuerpo. Inmóvil.
Abrí la boca varías veces para contestarle, pero no encontraba las palabras adecuadas.

—¿Jade? —preguntó desesperado—. Di algo, por favor.

Mi corazón palpitaba con rapidez y mi mente me gritaba que le respondiera, pero nada salía de mí boca.

Corbyn cerró los ojos con fuerza, suspiró resignado y se dio media vuelta para volver a la lluvia con la cabeza gacha.

Se debía de sentir patético, pero ¡no lo era! Joder, había dicho todo lo que quería oír. Lo que necesitaba.

Reaccioné al instante en el que él caminó por el suelo mojado y corrí hacia su posición.
Le agarré el brazo y se giró hacia mí.

—Mmm, yo...

Me miraba fijamente a los ojos. Su pelo mojado dejaba que las gotas cayeran por su frente deslizándose por todo su rostro hasta su barbilla. Se veía impaciente y yo solo le podía mirar. Solo le podía mirar. Era tan jodidamente perfecto.

Una gota de lluvia se deslizó cerca de sus labios y no pude dejar de mirarlos. ¿Qué mierda me ocurría?

—También me gustas —murmuré al fin.

Mi mirada cayó al suelo algo avergonzada al no recibir respuesta. Pero no me importaba, estaba segura de que sentía y había dicho la verdad. Por una vez, no había mentido.

—Te voy a besar. Tú ganas.

¿Qué iba a qué?

No pude detenerle, sus dedos subieron por mi barbilla y sus labios impactaron con los míos enseguida.
Me estaba besando con suavidad y pasión a la vez. Se sentía igual a como me lo había imaginado tantas veces. Incluso mucho mejor.

10. Corbyn Besson

Cerré los ojos disfrutando el beso aún sabiendo que aquello estaba mal.
Me había besado. Corbyn había perdido el reto. Pero la verdad era que eso ahora no me importaba. Había esperado demasiado tiempo este momento y solo quería disfrutarlo.

Las gotas de lluvia rozaban nuestras bocas haciendo todo mágico y de ensueño. Alcé mis manos a su cuello y le acerqué más a mí mientras él sujetaba mi cintura firmemente.

Sin duda, ese era el mejor beso que me habían dado, aunque después me fuese a dejar un regustillo amargo.

Sentía cada vez mi respiración más acelerada, pero no quería separarme. Los labios de Corbyn encajaban perfectamente con los míos y estaban tan tibios y suaves que me hacían sentir jodidamente bien.

THE KISS LIST; 𝗖.𝗕Donde viven las historias. Descúbrelo ahora