Capítulo 14

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—¡Boom! —exclamó la chica encestando limpiamente

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—¡Boom! —exclamó la chica encestando limpiamente.

—Muy bien —comentó Corbyn bastante sorprendido.

Ella saltó de un lado a otro, celebrando su pequeña victoria bajo la atenta mirada divertida del rubio.

Habían llegado a la cancha a las 4 de la tarde, después de una comida rápida en sus casas. Y ahora simplemente estaban jugando a diversas cosas entre algunos besos y risas.

—Creo que incluso podría ganarte —aseguró ella con una sonrisa, confiada.

- ¿Me estás retando? - cuestionó él con las cejas alzadas - Porque te aseguro que yo siempre gano. - hizo una pausa dramática - Siempre.

- En la lista de besos no. - recalcó Jade burlándose.

- Oh, a eso estamos jugando ¿Eh? - se hizo el ofendido y ella rió - Bien, juguemos al baloncesto. Quién gane invita al otro a un helado.

- Hecho. - estrecharon manos.

- Sacas tú. - indicó el rubio.

Jade asintió y empezó a botar la pelota alrededor del campo.
Corbyn se interpuso en su camino y alzó los brazos para que ella no pudiera encestar.

Así pasaron cinco minutos. Los dos empatados y llenos de sudor por el calor que hacía aquel día.

Jade no daba más de sí, no estaba acostumbrada a realizar tal esfuerzo físico. En cambio Corbyn estaba como nuevo, sin inmutarse de cansancio y botando la pelota por toda la pista.
Aún así, la chica sacó fuerzas y le quitó el balón.

Iba encestar, pero el rubio se interpuso en su camino con una sonrisa triunfante.

Jade bufó cansada e intentó esquivarlo, pero Corbyn era demasiado rápido.

- Ríndete. - exclamó él riendo.

La chica gruñó pero detuvo sus movimientos y Corbyn sonrió pensando que se había rendido y él había ganado.

Corbyn le quitó la pelota y ella se abalanzó a su espalda cuando él se dirigía a la canasta.

- ¡Eh! - Corbyn comenzó a girar sobre sí mismo para que ella cayera - ¡Eso es trampa!

Jade solo rió y le quitó la pelota rápidamente bajando de su espalda.
Corrió a la otra punta de la pista y encestó.

- ¿Por qué siempre haces trampa? - se quejó.

Ella sonrió inocentemente y Corbyn rodó los ojos.

- Me debes un helado. - le recordó con una sonrisa burlona.

- Ni de broma. - negó cogiendo la pelota - Has hecho trampas.

- No he hecho trampas. - se defendió ella - No pusiste normas.

THE KISS LIST; 𝗖.𝗕Donde viven las historias. Descúbrelo ahora