Somos Oscuridad

7

Lucas

América separa lentamente sus labios de los míos y me mira a los ojos, tiene una mirada más oscura y una sonrisa en su rostro.

-Moría por besarte-. Dice antes de morder y estirar mi labio inferior.- Creo que me podría volver adicta a tus besos.

Veo a alumnos pasar por nuestro lado observándonos y murmurando, lo se, ni yo puedo creer que América Rose esté entre mis brazos nada más ni nada menos que en medio de uno de los pasillos de la secundaria.

-Yo también lo deseaba-. Digo, levanto mi mano y retiro un pequeño mechón que está sobre su ojo, antes de acomodarlo tras su oreja.- Si te digo la verdad, jamás pensé que nos besaríamos.

Ella abre lo ojos y me sostiene con sus dos manos el rostro.

-¿Por qué?.

- No soy la clase de chico con los que sueles estar-. Digo sincero.

- No tengo una clase de chico.

- ¡Claro que si!-. Desde primer año sólo la e visto con una clase de chico.

- No.

-¿Dime alguien con el que hayas estado, que no sea deportista?-. Pregunto con una sonrisa.

-Amm, esta este chico de la primaria, Robín me pidió ser su novia y yo le dije que si-. Dice orgullosa, levantando la barbilla.

- Si, pero…-. Soy interrumpido por una voz femenina.

-América.

Los dos miramos hacia la puerta de la cafetería.

- ¿Puedes venir por favor?-. Pregunta la capitana, junto a sus dos amigas un poco sorprendidas de encontrarnos abrazados.

América les regala una sonrisa.

-Ya voy chicas-. Me mira y pone los ojos en blancos.- ¡Ahg! No las soporto.- Murmura.

Intento aguantar la risa.

-¿Por qué?-. Pregunto curioso.

-Luego te lo contaré-. Dice antes de darme un corto beso en los labios.- Te veo a la salida ¿si?.

- Claro.

Veo como se aleja moviendo las caderas y no puedo evitar darle un repaso de abajo a arriba, pasando por sus zapatillas blancas subiendo por sus piernas y muslos bien definidos, dejando mis vista una poco más en su lindo trasero cubierto por el uniforme de porristas negro y dorado, una pequeña chaqueta cubriéndola y su hermoso cabello castaño con ondas. Una de sus compañeras me atrapa mirándola, la que me pregunto que haría con mi futuro, me está observando con los brazos cruzados y una ceja alzada. No dudo en regalarle una pequeña sonrisa, pegar media vuelta e ir a mi siguiente clase.
                             ♡♡♡
Estoy en el estacionamiento recostado en el auto de América esperándola, mientras fumo un cigarrillo, la veo venir riéndose con un par de jugadores y no me gusta sentirme incómodo y desagradable cuando la veo con otros tipos.

Mierda, ¿estoy celoso?.

-¿Acaso no tienes frío, con tu pequeña faldita?-.Pregunto señalándola con mi cigarrillo, mientras se acerca.

Llega hasta mi y coloca sus dos brazos alrededor de mi cuello.

- Claro que no, tengo la sangre muy caliente-. Susurra antes de besarme profundamente, nuestras lenguas se entrelazan, pero lastimosamente se retira muy rápido.- ¿Acaso no lo notaste?.

- Ahora si-. Digo antes de colocar una mano en su nuca y acercarla nuevamente.

Escuchamos un carraspeo y nos separamos, veo  a los jugadores y porristas, algunos con rostros agradables y otros fastidiados. Creo que no a todos les caigo bien,particularmente a uno que me mira como si quisiera matarme.