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Lucas

-Lucas, despierta-. Escucho una voz, que me susurra en la oreja.- Despiértate, anda.

Abro los ojos y la veo sobre mí. Sonrió y estiró mi mano para acariciarla, recordando todo lo que sucedió anoche.

Ella da un pequeño manoteo a mi mano y vuelve a susurrar-. No. Tu padre está en la puerta y no para de llamarte-. Entró en pánico cuando lo nombra y salto de la cama para poder vestirme. Me colocó mis boxers y ella me imita colocándose su ropa interior.

-Ya abro-. Le digo a mi padre, que sigue insistiendo.

-¿Qué vamos hacer?-. Susurra mientras termina de ponerse su sudadera.

-Escóndete tras la puerta. Cuando la abra y el entre, sales rápidamente ¿Si?.

-Bien-. Sigue nerviosa, mientras toma sus botas y las sujetas contra su pecho.

-Sal por la puerta de atrás.

- Si-. Rápidamente toma mi rostro y nos damos un beso de despedida, que acaba muy rápido para mi gusto.

Abro la puerta y observo a mi padre. Retrocedo, mientras el se acerca a mi, con el rostro enojado. De reojo puedo ver como América sale rápida y silenciosamente de la habitación. No sin antes darme una mirada preocupada. Suspiro un poco más tranquilo ahora, que ella pudo salir, sin ser vista.

-¿Acaso sabes la hora que es?.

-Perdona. Me quedé dormido.

-Vístete y prepárame el desayuno. No tengo todo el día-. Se voltea y sale de mi habitación, escucho como azota la puerta de la suya Rápidamente tomo mi celular y mando un mensaje a América. Preguntándole si está bien.
Luego de unos minutos responde.

América: No te preocupes estoy bien, nos vemos en la escuela. Besos.

Le envió una respuesta corta y bajo a la cocina. Pongo la cafetera y unas rebanadas de pan en la tostadora. Sacó unos huevos del refrigerador y rápidamente lo bato, antes de echarlo en la sartén. Luego de unos minutos lo colocó en un plato y hecho unas salchichas cortadas. Sacó los panes de la tostadora y llevo uno a mi boca. Condimento los huevos y salchichas, lo sirvo en un plato y lo pongo en la mesa. Voy hasta el refrigerador y bebo un poco de leche del envase.

Subo rápidamente las escaleras y voy hasta el baño para darme una rápida ducha. Me cepillo los dientes y luego voy hasta mi habitación a vestirme. Me colocó unos vaqueros, mis viejas vans, una remera lisa verde militar y mi sudadera negra. Me colocó mi gorra del inter sobre mi cabeza y tomo mi mochila, antes de bajar.

Escucho a mi padre en la cocina cuando bajo. Abro la puerta de la entrada y salgo a la calle. El cielo esta nublado y aún cae una leve llovizna. Colocó la capucha sobre la gorra, tomo mis auriculares y pongo un tema de Arctic Monkeys. Me dirijo hacia la estación y luego el tomo el subte.

Llegó a mi primera clase un poco más tarde de lo normal, pero por suerte la profesora no se había dado cuenta. No se a que hora había llegado América, esperaba que no hubiera tenido problemas.

Sacó mi celular y le envió un mensaje.

Lucas: llegaste bien?
América: Si! No te preocupes. Nos vemos más tarde.
Lucas: Ok.

A la hora del almuerzo. Tomo una rebanada de pizza y una lata de gaseosa, lo pago y voy hasta una mesa vacía del fondo. Doy una mordida a la pizza y observo alrededor para ver si puedo localizar a mi novia. Cuando estoy abriendo mi bebida, unas suaves manos cubren mis ojos.

Una sonrisa se me forma en los labios cuando siento, que América se inclina para depositar un beso en mi mejilla.

-¿Cómo estás?-. Pregunta cuando coloca su almuerzo en la mesa y se sienta a mi lado. Lleva puesto su uniforme de porrista negro y dorado y su cabellera suelta.

Somos Oscuridad  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora