Para disimular mi ansiedad, volví a pasearme por el salón mientras esperaba que Camila se cambiara. Insegura de lo que estaba a punto de hacer, busqué una vez más la tarjeta en el bolsillo trasero de mis vaqueros para asegurarme de la dirección, y una vez tomada la decisión, no podía volver atrás. Y, por si quedaba alguna duda, sólo tenía que recordar las tres últimas noches... Ya sabía que Camila tenía pesadillas, pero no que se produjeran con esa alarmante frecuencia.
- ¿Me veo bien? – ella entró en la sala sin que me diera cuenta, haciéndome temblar ligeramente... ¿O sería mi consciencia?
La miré. Estaba preciosa en ese vestido azul corto y sin mangas.
- Sí, te ves bien. – respondí, sonriendo para disimular el temblor de mi voz.
Muy bien humorada, levantó los extremos de su vestido e hizo una reverencia.
- ¿Me vas a decir ahora a dónde vamos? – preguntó, recogiendo su bolso.
- No.
Suspiró.
- ¿Por qué tanto misterio? – insistió.
Tomé las llaves del coche y, aunque me mataba actuar así, la ignoré.
A partir de ese momento sería una lucha, así que preferí esperar hasta que estuviéramos más cerca de nuestro destino. Abrí la puerta y esperé a que pasara... Y ella pasó con la barbilla en alto, ignorándome también. Y siguió ignorándome mientras esperábamos el ascensor.
Pero esa postura rígida sólo duró hasta que subimos al coche, donde decidió sorprenderme encendiendo el sonido y tatarear la canción del momento...
Conduje durante al menos veinte minutos. Luego me detuve en un aparcamiento y, juntas y tomadas de la mano, caminamos por la concurrida calle hasta un edificio en la esquina.
- ¿Qué es este lugar? – preguntó, mirándome.
Sin rodeos y sin el valor de enfrentarme a ella, le respondí.
- Ya lo verás.
Entrando por la puerta principal, la conduje hasta el ascensor y luego al tercer piso. Nos detuvimos frente a la sala número 315.
- Por favor, Laur, dime qué es este lugar. – volvió a preguntarme, ya no sonreía.
Respiré profundamente y la miré a los ojos.
- ... Un centro de asesoramiento para las mujeres, Cami.
Sus ojos se abrieron de par en par, su expresión quedó petrificada.
- ¿Y por qué estamos aquí? – preguntó con desconfianza.
- Ya sabes. – respondí en un susurro cobarde.
¡Qué difícil lo está siendo, Dios! – pensé, cerrando los ojos por un instante.
Y fue aún más difícil ver en una fracción de segundo como su expresión pasaba de confusa a traicionada. Luego dio un paso atrás.
- No voy a entrar ahí. – sus húmedos ojos reflejaban miedo.
- Cami, por favor... – le supliqué, con la culpa pesando en mi corazón.
Intenté tocarla, pero se apartó.
- Esto es sobre el sexo, ¿no? – me acusó con voz entrecortada y una mirada dolida.
- No se trata del sexo, Cami. Se trata de ti. – respondí con toda mi sinceridad.
Una lágrima brotó de sus ojos y corrió libremente por su pálido rostro... Me odié por ello.
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Un secreto entre nosotras | Camren
FanfictionLauren era perfecta para ella... Sólo que Camila aún no lo sabía. ***** Atención: Esta historia no me pertenece sólo la estoy adaptando. Autora de la obra: Chris Vallen