Querido amigo que me ayuda a ser mejor persona:
Hoy leí una frase,"Eran ángeles que anunciaban la destrucción". Recordé que hace meses me contaste sobre una de tus guías, y que ella dijo que ustedes van a poder ver muchos ángeles en el camino pero que finalmente terminarán por tener ojos sólo para la chica a la que elijan.
Supongo que desde ese día me autocalifiqué como uno de tus ángeles, esperando ser el último. Ya tenía una idea del historial de tu pasado, por eso me daba miedo preguntar. Y nunca supe porque nos decían así, hasta que leí eso. Creo que aquella frase va de acuerdo con todo, porque hace unas semanas me hablaste de mantenerte lejos de la destrucción. Y también creí ser eso, sin llegar a convercerme del todo.
Pero soy ambas. Soy un ángel destructivo. Tu ángel de la destrucción. Y ha sido sin querer.
No soy mala. Sólo libre. Me siento con el derecho de poder decir lo que mi mente piensa, sin opresiones. Me siento con el derecho de hacer lo que me plazca... cuando me plazca, porque no quiero sentirme prisonera de las decisiones que pudieron haber sido. Me siento con el derecho a vivir, para no arrepentirme después, y también arrepentirme pero con ganas.
Por eso escribo, por eso leo. Por eso sueño, por eso canto. Por eso me doy la libertad de alzar el dedo medio cuando lo necesito, y gritar una que otra maldición.
El domingo me adjuntaste el término de bohemia. A los dos, en realidad. No puedo hablar por ti, pero tengo mi punto de vista sobre tu punto de vista.
Estoy consciente de que me aceptas como soy, mente abierta también dijiste un tiempo atrás, y me gusta así. Soy mente abierta, soy bohemia, soy feminista y protestante, soy la oveja negra de las ovejas grises. Porque siendo sinceros, nadie es lo suficientemente puro. Quizá deba dejar de usar tanta ropa oscura.
Transparente hasta cuando no debería. No sé poner cara de felicidad cuando no estoy feliz. No sé maquillarme porque me queda fatal y me hace sudar. Puedo acabarme más de una cajetilla de cigarrillos en menos de una hora. Escucho el tipo de música que te hace pensar en pecar. Y creo en la frase que dice "Somos de quien nos lee a escondidas", esperando ser tuya de la manera más oficial posible, pero ya lo soy. Soy tuya, sin tu permiso.
Y sí, añadele egocéntrica en la medida justa.
Podría estar molesta, y decir que no me gusta que me calfiquen así. Pero no me importa una mierda la opinión de los demás. Felizmente tu también eres como yo, aunque no lo quieras admitir. Gracias por no irte tan pronto, sé que no es por mi, pero igual gracias.