A veces, sólo a veces, desearía ser ella. Desearía ser yo la que sale en las fotos. La que es la persona correcta para ti.
Una parte de mi quiere ser ella, y la otra mitad me dice que estoy bien siendo la que soy. Que si te vas a enamorar de mi es mejor que sea yo y no de lo que intento ser. Que seguramente lo que me espera es demasiado bueno para que me llegue ahora. Y luego me doy cuenta que no es mejor que yo, que probablemente seamos muy parecidas y entonces regresa el frenesí de querer saber su secreto. Que tendría ella que a mi falta.
A veces, sólo a veces, me gustaría ser ella. Pero sé que no lo soy, nunca lo seré y tampoco debería si quiera pensarlo.
Hace tanto tiempo que no sentía celos de alguien más. Recuerdo que una vez odié a morir, incluso después de dejar el sentimiento. Pero estos celos son diferentes. Porque no le deseo el mal, sólo quiero su suerte.
Me pregunto si tendrá en cuenta lo valioso que es la persona que tiene al lado.
Me pregunto que me faltará.
Me pregunto si me faltará algo en verdad.
Me pregunto cuanto tiempo más tendré que esperar que me salven.
Me pregunto cómo sería ser ella.
Me pregunto cómo sería si no necesitara preguntarme todo lo anterior.
