Algún día voy a querer a alguien que me quiera. Y voy a dejar de llorar. Y voy a ser feliz. Y lo voy a besar tanto que se le va a desgastar la piel. Y lo voy a abrazar tanto que lo voy a dejar sin respiración. Y lo voy a amar tanto, tantísimo, que se va a olvidar si alguna vez fue infeliz.
No voy a tener dudas, y podré hacer planes a futuro. Planes de verdad, no sólo palabras. Vamos a hacer que nuestros caminos sigan en paralelo. Iremos a la playa, y de viaje. Y vamos a reírnos mucho. Y vamos a leer mucho. Y veremos películas, y comeremos pizza de vez en cuando.
Algún día alguien me va a hacer olvidar a cada chico que no fue. Va a repararme el alma de la forma correcta. Y voy a dejar de llorar.
En un futuro, espero no muy lejano, va a haber alguien que va a inspirarme de felicidad. No escribiré más sobre corazones rotos, y si lo hago no será por mi.
Porque yo sé que hay alguien ahí, un chico en algún lado, que va a ayudarme a construir la vida que siempre quise. Haremos un castillo y gobernaremos nuestros sueños juntos. Y voy a dejar de llorar, lo prometo. Sólo tiene que llegar.
