22.09.14

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Querido amigo que me ayuda a ser mejor persona:

No estas haciendo un buen trabajo.

Quisiera escribir tantas cosas, pero sigo confundida. Sigo pensando en tus manos, en tus besos, en tu cuerpo. Sigo escuchando la canción a la que le pusimos replay más de siete veces sólo para tapar el ruido que hacíamos. Quizá era la vergüenza, pero la música estaba muy alta. 

Todavía puedo sentir tu nariz oliendo el perfume que me eché en las muñecas. Que cálida estaba tu mano. Que cálido estabas tú.

Me ha dado cuenta que tus ojos cambian su forma de mirar cuando sientes deseo. Se vuelven fríos, como idos, y me dan miedo. Pero es ese miedo que me insita a descubrir que hay más allá de lo que no conosco.

Tu lengua debe tener un veneno muy poderoso, sino no me hubiera entrado primero por los poros para hipnotizarme. Tus manos deben ser esposas de acero porque me aprisionan. Y tu voz, tu voz debe ser un trueno, el peor de todos,  porque cuando la escucho se me sacude el mundo.

Hemos escuchado eso de que no podemos darnos el lujo de tomar el camino equivocado porque no sabremos si podremos regresar, pero creo que ya es muy tarde para eso.

Y no sé si es lo mejor, o lo peor, pero me dijiste que tu tampoco sentías arrepentimiento. Y creo que eso me gustó.

-Memories-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora