El cirujano de la muerte (One piece: Law-Ace)

Capítulo 15: Adrenalina

Notas: Sé que no estaba en el calendario éste capítulo, es un extra antes de irme de vacaciones. Un saludo a todos y espero lo disfrutéis.

Capítulo 15: Adrenalina

¡Terror! Un miedo atroz era lo que invadía a Law en esos instantes mientras revisaba el torso desnudo de su compañero intentando encontrar los orificios de bala. ¡No podía hallarlos! Y eso le preocupó aún más, obligándole a agacharse para ver si respiraba. Su sorpresa fue escuchar una risa en su oído cuando se agachó hacia su nariz.

- ¡SERÁS IMBECIL! – gritó Law enfadado al escucharle reírse sin poder parar.

- Lo siento... es que te veías muy tierno con esa cara de preocupación – dijo Ace sin poder parar de reír - Estoy bien, Law... estoy bien – le aseguró pese a que Law volvió una vez más a esos movimientos bruscos tratando aún de encontrar los orificios.

- No puede ser... han disparado y yo estoy bien, no han impactado en mí.

- Yo los he recibido – dijo Ace – pero soy fuego, ¿recuerdas? La "Mera Mera" ha regenerado donde han disparado. Estoy bien.

- Pero... creí que no podías activar tu habilidad.

- Y no puedo, pero, quizá aún está recuperando mis órganos y recuperó también los orificios de bala. ¿Qué más da? Estoy bien. Las balas no me afectan, ¿no te acuerdas? Ni siquiera puedo ponerme piercings como tú – sonrió Ace, tocando con sus dedos los dos pendientes en la oreja derecha de Law, aunque éste trató de apartar la cabeza.

- Eres idiota, de verdad. No sé por qué me preocupo tanto por ti.

- Eso es cierto. Entraste como todo un energúmeno por la base de los marines.

- Estaba angustiado, creía que te morías – se justificó.

- No era propio de ti. Tú eres más inteligente y estratega que yo. Soy yo el que suele entrar a lo loco por todos lados, tú eres cauteloso.

- No lo soy cuando se trata de ti, Ace – confesó finalmente, obligando a Ace a ponerse serio.

- Law, eres importante para mí y lo sabes, no te arriesgues tanto, sé cauteloso como siempre. Eres tú el que me impide a mí ser explosivo y temerario. Tú eres capaz de pensar estrategias que nos mantendrán a salvo a todos.

- ¿Así que ahora crees que fui impulsivo como tú? – preguntó Law algo molesto.

- Sí, lo fuiste.

- ¿Sabes lo que es impulsivo?

- ¿El qué?

- Esto – gritó Law, clavándole la jeringuilla en su brazo y presionando para introducir el líquido en su interior.

El quejido de Ace no tardó en brotar de sus labios justo antes de una maldición. ¡Odiaba cuando Law hacía esas cosas! Reconocía que era un gran médico, el mejor cirujano de todos. Ya desde niño practicaba con su padre y aprendía de las peores enfermedades para convertirse en quien hoy era, pero Ace odiaba a los médicos y las inyecciones.

- Joder, Law – se quejó.

- Es mejor tenerte distraído cuando tengo que inyectarte.

- Eres un cabrón.

- Y tu hermano un atolondrado. Él llevaba un antídoto y no te lo puso, seguramente se le olvidó con las ganas que tenía de verte y abrazarte. Saber que estabas vivo fue la mayor alegría que le he dado en su vida y el muy idiota se le olvidó pincharte el antídoto. Menos mal que siempre llevo algunos más por si acaso. No puedo fiarme de Luffy. Ahora movámonos... no es seguro quedarnos aquí.