Capítulo 40: Recuperación

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Bajo el gran cristal del antiguo camerino de Barbablanca, Law leía un libro sobre medicina. Ese en concreto, era posible que lo hubiera leído cientos de veces, pero no tenía nada mejor que hacer en ese momento excepto esperar a que Ace se despertase. Había pasado una mala noche llena de sudores y escalofríos. Pese a ello, no se despertó ninguna vez.

¡De camino a las islas Gyojin! Fue lo que Marco le dijo antes de marcar un rumbo. Law sabía que la intención de la banda en esos momentos, era reconquistar el territorio perdido y tratar de proteger a todos los que antes protegían, pero con Ace en ese estado, Law no dejaba de estar hasta cierto punto preocupado. ¡No era sólo eso! Le aterraba Barbanegra, porque Ace no se detendría hasta acabar con ese tipo y no quería perderle a él.

Los últimos días en alta mar estuvo pensando un plan de escape de la fortaleza de Kaido. Reunió planos y consiguió hacer una estrategia. Ace la había seguido perfectamente desde el momento en que se la explicó, hasta supo cómo salvar el único problema que tuvo, salir del comedor para ir a la sala contigua, pero la idea de su falsa pelea fue brillante. Consiguió alejar a ambos del comedor, sin embargo, pensando bien ahora todas las palabras, no le hacía demasiada gracia que fuera el nuevo capitán de la gran tripulación de Barbablanca.

Recuperar el título de Emperador que ostentó Barbablanca durante tanto tiempo no sería fácil, pero conocía a Ace lo suficiente como para saber que no se echaría atrás en su decisión. Seguramente pensaba en toda la gente que su padre trató de salvar y ahora estaban en peligro o malviviendo.

El cuerpo de Ace se incorporó a gran velocidad, lo que provocó que Law soltase el libro en la mesa de al lado y se acercase a él. Estaba desorientado, sudaba y su respiración se entrecortaba. ¡Como salido de una pesadilla! Era la mejor definición que la mente de Law pudo encontrar.

- Ace, estoy aquí, vamos, respira.

Ace agarró la mano de Law con fuerza, como si hacerlo le hiciera pisar realidad. Aun así, su respiración no terminaba de calmarse y sus ojos seguían mirando cada rincón de la habitación como si intentase ubicarse.

- Es el antiguo camerino de Barbablanca. Estamos surcando el mar.

- ¿Y Kaido? – preguntó con dificultad.

- Siguiéndonos los pasos, pero le sacamos algo de ventaja. Con viento a favor no creo que nos alcancen pero...

- Acortemos por isla Sphinx.

Ni siquiera le sonaba a Law esa isla. Apartó la mano que Ace sostenía y sacó el mapa para revisar la ubicación. No podía encontrar la isla de la que hablaba el capitán.

- Ace... no existe una isla con ese nombre.

- Sí existe. Barbablanca nació allí, pero no está afiliada al Gobierno Mundial y nadie parece tener interés en ella por su pobreza. La gente de allí no puede pagar el tributo celestial, son tan pobres que ni siquiera los piratas están interesados. Es una isla pequeña, pobre y sin interés para nadie.

- ¿Qué plan tienes, Ace? – preguntó Law al ver la situación.

- Tú mejor que nadie entenderás lo que va a ocurrir ahora. No van a dejarme subir al título de emperador, saben que quiero recuperar los territorios de Barbablanca, pero eso supone...

- Perdida de tripulación para la guerra que se avecina.

- Sí – asintió Ace – no puedo defender todas las islas y pelear con todo, no puedo estar conquistando, defendiendo y tratando de bloquear los ataques del resto de Emperadores.

El cirujano de la muerte (One piece: Law-Ace)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora