Capítulo 24: La inocencia de un capitán.

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Su mirada era todo un poema aunque Ace sonreía a su lado. Sabía que Law detestaba los contratiempos y montar una fiesta ahora que tenían a Caesar bajo su custodia era un gran problema. Él sólo pensaba en la Marina y que irían a por ellos, seguramente aparecerían en breve, pero Luffy y toda su tripulación decidieron que era buena idea montar primero la fiesta.

- Luffy, toda la Marina estará aquí en unas horas, es mejor marcharnos ahora mismo y poner distancia – explicó Law.

- Lo sé, lo sé – sonreía Luffy con su manera inocente de ser – ya sé... hagamos la fiesta rápido.

- Olvídate, no vas a hacerle cambiar de opinión – sonrió Ace a su lado, apoyando la mano en el hombro de su amante.

- Voy a ir a solucionar el tema de los niños si no te importa.

- Me parece buena idea.

- Que nadie entre en la sala – ordenó, aunque ni siquiera iba dirigido a Ace, sino más bien, a la tripulación de Luffy puesto que sabía que todos ellos hacían lo que les daba la gana.

Fue algo inevitable, pero Ace se giró instintivamente, atento a la espalda de Law que se encaminaba a la sala donde estaban los niños. ¡No podía dejar de mirarle el trasero! Sin embargo, apartó la mirada en cuanto se dio cuenta de que la gente podría darse cuenta de esa relación que ambos mantenían medio en secreto.

Ace se sentó enseguida cerca de los compañeros de su hermano, pero fue Sanji quien le colocó un gran plato de carne y verduras en las manos. ¡Estaba hambriento! Pero una parte de él quería esperar a Law, aunque él podría tardar, más sabiendo que cuando entraba en tema médico, se podía pasar la vida. Le encantaba su trabajo y era el mejor médico y cirujano que había conocido. Era irónico, él, que odiaba a los médicos, ahora estaba enamorado de uno de ellos.

- ¿Así que vienes a Dressrosa con nosotros? – preguntó Luffy, cargando todo su peso sobre la espalda de su hermano.

- Ése es el plan por ahora, sí – sonrió Ace.

- Genial, te enseñaré lo genial que es el Sunny.

- No esperaba menos de ti.

Su hermano siempre estaba algo atolondrado, era demasiado inocente pero le amaba, era su hermanito, el que había arriesgado su propia vida para ir a rescatarle cuando necesitó ayuda. Se sentía un poco mal. Siempre prometió cuidarle y protegerle, pero aunque había hecho su mejor esfuerzo siempre, al final y aunque no lo esperó, fue Luffy el que también acudió en su ayuda.

- Luffy – sonrió su hermano – te has vuelto fuerte.

- No has visto nada aún, te mostraré más cosas mientras te quedes con nosotros.

- Sólo será un tiempo, ya lo sabes.

- Sí, sí, volverás con tu tripulación cuando todo esto acabe. Lo sé, pero... siempre serás mi hermano, eso no se puede cambiar. Yo siempre iría a buscarte, Ace.

- Sabes que yo no dejaría que te ocurriera nada malo, ¿verdad?

- Tranquilo, Ace, me volveré mucho más fuerte aún para que no tengas que preocuparte.

- Siempre estaré preocupado por ti, enano – se quejó Ace.

La sonrisa de ambos hermanos hizo sonreír al resto de la tripulación de Sombrero de paja. Todos conocían a Ace y el enorme corazón que tenía, él daría lo que fuera por proteger a su capitán, siempre sería la sombra a su espalda, el que le apoyaría y le echaría una mano para que siguiera caminando su senda para llegar a ser el Rey de los piratas.

El cirujano de la muerte (One piece: Law-Ace)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora