INVIERNO EN TU CORAZON ♡ Yᴇꜱᴜɴɢ & Tᴜ (Sᴜᴘᴇʀ Jᴜɴɪᴏʀ)

Capitulo 24 (2da temporada)

"El señor ogro" masajeo sus cienes estresado mientras observaba a la castaña pasearse de un lado a otro dentro de la oficina, al parecer tenía intenciones de cavar una zanja y estaba a punto de lograrlo, eso y su inexorable silencio consiguieron poner al pelinegro con los nervios de punta.

—Cabeza de pastelillo ¿quieres dejar de hacer eso? —ante su nula reacción Yesung siguió hablando. — está bien, entiendo que estas bastante sorprendida por que no esperabas encontrarte a un hombre tan encantador como yo, ¿pero no crees que ya es suficiente?

—¿suficiente? —la muchacha se detuvo y se volvió hacia Yesung, ante la manera tan inesperada como se lo pregunto el único reflejo que el pelinegro atino hacer, fue moverse para atrás hasta chocar prácticamente contra el respaldo del asiento. —señor ogro ¿Por qué me hizo esto? Yo...en verdad no me lo esperaba.

Su expresión se relajó, luego se transformó en decepción y abatimiento, camino hacia el asiento más cercano y se acomodó ahí, agacho la cabeza sin ser capaz siquiera de sostener la mirada hacia el pelinegro.

—Usted no sabe todo lo que he tenido que pasar para conseguir un empleo, tenía tantas esperanzas de que eso cambiara luego de esta entrevista. —después de hacerle aquella confesión le fue imposible continuar hablando.

Al señor ogro le pareció ver el atisbo de un puchero que se dibujó en la cara de la castaña, aunque de un segundo a otro aquella expresión cambio, si su capacidad de percepción no le engañaba sabía que la muchacha estaba a punto de llorar.

La vio llevarse el dorso de la mano izquierda cerca de su boca, y en un instante más tarde llevo las dos hasta cubrirse el rostro.

—Cabeza...Cabeza de pastelillo? —Yesung ladeo la cabeza en dirección de la castaña como si esperara poder encontrar su mirada tratando de averiguar los alcances de su inocente broma, aunque para ese entonces le había escuchado sollozar.

Un hueco en el estómago le advirtió de su evidente culpabilidad en el asunto, aunque siendo sinceros jamás lo había hecho con la intención de hacerla pasar por un mal rato. No espero que las cosas terminarían de tal manera.

—Vamos, cabeza de pastelillo, fue solo una broma —al pelinegro le sorprendió una leve sonrisa propiciada por el nerviosismo de no saber cómo enmendar la situación

Yesung era inexperto y se sentía torpe en este tipo de cosas, tratar de consolar y animar a alguien no era precisamente su fuerte.

—Cabeza de pastelillo, trata de calmarte ¿está bien?, ya se, llamare a una de las recepcionistas para que te traigan un té, ¿de acuerdo?...

Sin apartarle la mirada de encima el pelinegro tomo el auricular,pero luego se dio cuenta que no tenía línea.

—¡Maldición!. —el señor ogro refunfuño entre dientes mientras lo volvía a intentar de nueva cuenta hasta casi lograr hundir las teclas del teléfono y dejarlo inservible. —carajo, esta porquería...

Después de renegar y maldecir dos veces más, se le ocurrió otra idea...

—Uhmmm veamos que tenemos por aquí. —se dijo asi mismo cuando tomo su portafolio y comenzó a hurgar en él, esperaba que entre sus curiosidades pudiera encontrar algo de utilidad para animar a la chica, Escuchar el llanto de la muchacha lo llevo a pensar que aquello no sería tarea fácil. —Carajo! —refunfuño nuevamente al encontrar una pila de documentos, plumillas, y otros artículos de papelería...

Reviso otro compartimento y saco algo de ahí, la expresión de su rostro parecía la de un hombre que se acababa de sacar la lotería.

—¡Tengo estos caramelos!. —anuncio con cierto alivio, aunque la propuesta incluso a el mismo le pareció absurda, pero no tenía muchos recursos a su alcance y lo único que quería era salir vivo de tan bochornoso momento, además de que recordó que la castaña era fanática de las golosinas. —ayer pase por la máquina expendedora y saque de varios sabores, ¿no te gustaría probar uno?...