INVIERNO EN TU CORAZON ♡ Yᴇꜱᴜɴɢ & Tᴜ (Sᴜᴘᴇʀ Jᴜɴɪᴏʀ)

Capitulo 27 (2da temporada)

—¡Señor presidente! —balbuceó uno de los guardias a la par que el color abandonaba su rostro volviendo prácticamente pálido.

De la misma manera, los demás elementos de seguridad se mostraron nerviosos y se reverenciaban una y otra vez a manera de disculpa.

—Señor...¿señor ogro?. —susurro la castaña con una voz apenas perceptible para sí misma, lucia realmente estupefacta al no esperar que Yesung se presentara abandonando aquella importante reunión para tratar de encargarse personalmente de ese asunto.

Instantes después, el pelinegro avanzo intentando abrirse paso entre los cuerpos de seguridad.

Cuando por fin lo tuvo frente a ella le vio hacer algo que difícilmente olvidaría...

El señor ogro movió una de sus manos en alguna dirección que no adivino, hasta que la detuvo muy cerca de ella, comprendió en ese instante que buscaba ofrecérsela para ayudarla a levantarse.

La muchacha parpadeo confundida durante algunos instantes sin salir de su asombro, y es que no sabía hasta qué punto se trataba de algo real, era bastante normal que creyera que estaba alucinando debido a la caída de momentos atrás. Aunque tampoco la actitud bromista que había tenido últimamente Yesung con ella le hacían que pensara de otra forma.

Lo miro a los ojos tratando de descifrar sus intenciones.

Pero para su sorpresa no encontró algún indicio que le dijera que estaba bromeando.

El señor ogro la observo de forma seria mientras sus facciones parecían volverse cada vez más relajadas.

Supuso que él se dio cuenta de alguna manera de lo que pasaba por su mente pues le vio asentir con la cabeza levemente dándole a entender que podía confiar.

Dejando sus dudas atrás, la muchacha tomo finalmente su mano aferrándose con fuerza a ella, recordó lo cálida y suave que era, no sabía por qué, pero en ese momento se sintió más segura que nunca.

—Esta chica es mi asistente. —Anuncio el señor ogro después de volverse para poder dirigirse a los guardias. —De hoy en adelante podrá entrar y salir cuando le dé la gana ¿lo han comprendido?

Unos pasos atrás de Yesung se podía ver se podía ver a la muchacha con la boca ligeramente entreabierta de la impresión.

—Lo sentimos señor, no lo sabíamos. —se excusó uno de los hombres de seguridad.

—Pues ahora ya lo saben. —refuto el pelinegro casi de manera automática. —Quiero verlos en mi oficina cuando termine la junta, aún hay demasiadas cosas que tienen que explicarme, ¿está claro?

—¡Si señor! —respondieron los hombres al unísono mientras realizaban una reverencia.

El pelinegro giro un poco en dirección de la castaña.

—¡Vamos! —Le dijo al momento que hizo un movimiento de cabeza.

—¡Si!. —La muchacha asintió un par de segundos después de haber vuelto a la realidad, luego agilizo el paso para tratar de darle alcance al pelinegro

En el trayecto al elevador la chica prefirió reservarse sus comentarios y solo se limitó a acompañar al pelinegro quien tampoco hizo algún comentario respecto al tema.

Una vez adentro el señor ogro se dedicó a teclear un par de botones, en el momento que se cerraron las puertas tn_____ no pudo evitar sentirse ansiosa, quería hacerle tantas preguntas a Yesung, pero sabía que no debía importunarlo, al menos no en el momento justo en el que estaba a punto de ingresar a esa importante reunión.