INVIERNO EN TU CORAZON ♡ Yᴇꜱᴜɴɢ & Tᴜ (Sᴜᴘᴇʀ Jᴜɴɪᴏʀ)

Capitulo 34 (parte 2) (2da temporada)

Todo parecía tan oscuro, tranquilo y silencioso, mientras más ingresaban al interior, la ligera sospecha de que alguien los vigilaba estaba más presente en la intuición del señor ogro. Quiso decírselo a Donghae y Zhoumi, pero habían acordado que tratarían de hacer el menor ruido posible para no poner sobre aviso a quien sea que estuviese adentro. Pero las cosas no salieron acorde a lo esperado y al llegar a uno de los salones iluminados por la poca luz que emitían algunos quinques, no supo cómo ni en qué momento tres matones salieron de la nada y los encañonaron.

—Vaya, vaya, así que tenemos visitas. —exclamo en tono burlista quien parecía ser el líder de la banda llegando justo por enfrente de donde estaba yesung, el sujeto regordete tomo a Donghae por atrás rodeándole el cuello con uno de sus brazos mientras sostenía el arma muy cerca de su cabeza, una situación muy similar a la de Zhoumi con el tercer rufián, a diferencia que este le retorció el brazo tras de su espalda.

—¿Quiénes son ustedes? —pregunto Yesung.

—Aquí las preguntas las hago yo. —espeto el líder. —al parecer son tan estúpidos como para venir a meterse aquí, ¿acaso no saben lo que es propiedad privada?

En complicidad, los otros malhechores se carcajearon por aquella broma.

—Son los dueños de la computadora. —Alego la voz de una mujer viniendo desde atrás del sujeto.

—¿Ellos? —pregunto el cabecilla mientras comenzó a caminar rodeando a Yesung, mirándolo despectivamente, creyendo que un tipo en silla de ruedas no era rival para el y no le tomaría más de dos segundos apartarlo de su camino.

Fue en el momento en que el maleante se apartó que el Señor ogro entorno sus ojos tratando de identificar a la mujer que se encontraba tras de una especie de escritorio improvisado, revisando la laptop a su antojo como si no le importara que supieran que estaba ahí. El pelinegro confirmo entonces que se trataba de una de sus recepcionistas.

—Tu... ¿cómo pudiste hacer algo así? ¿Qué demonios ganas haciendo todo esto?

La mujer lo miro con una sonrisa ladina, le había causado gracia ver al pelinegro con los ánimos encendidos.

—¿Que gano? Uhm.. pues por lo menos ya conseguí que se diera cuenta de mi existencia, eso ya es algo ¿no es cierto? —La mujer volvió a reír irónicamente y luego de un momento decidió tomárselo más enserio. —En fin, ahora por lo menos me recordara como alguien que logro llevar a su empresa a la quiebra, no crea que no me pude dar cuenta de lo que representaba este negocio para usted, aunque es una verdadera lástima que no lo vaya a poder concretar.

—¿Por qué no dejamos este juego de una maldita vez y me dices quien te ordeno que lo hicieras? Tú y yo sabemos que no habrías sido capaz de actuar sola. —Yesung busco provocar a la mujer, sabía que si continuaba por ese camino lograría desestabilizarla y hacerla caer en alguna contradicción, necesitaba averiguar qué tan ciertas eran sus sospechas, eso y ganar algo de tiempo mientras se presentaba la policía.

—¿Que le hace pensar que no pude haber actuado sola? claro, siempre menospreciando a la gente como yo, tres años trabajando para usted y nunca fueron suficientes para que me ascendiera o reconociera mis habilidades, fue demasiado tiempo el que paso en comparación con el de la tipa esa a quien decidió nombrar como su asistente de la noche a la mañana.

—No te debo ninguna explicación, si eso es lo que piensas no puedo hacer nada ante eso. —respondió Yesung manteniéndose firme

—Ya que más da, a estas alturas tampoco me interesa. —Bufo la mujer luego de que se encogió de hombros.

La mano de yesung se tensó al sentir que esa conversación no los estaba llevando a ninguna parte, aunque logro disimular su frustración bastante bien.