Milagros

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No es que odiara el trabajo, pero comenzaba a parecer rutinario. Había algo en mi vida que había cambiado y ni lo entendía, quizá no quería admitirlo, pero sabía que no podía dejar de pensar.

Llevaba tres días enteros sin ver a Valentina o mensajear con ella. Creo que resintió el hecho de que deje en visto sus mensajes y no le respondí.

Juro por mi vida que tomaba el movil entre mis dedos y buscaba que teclear, sin embargo cada vez que comenzaba a redactar, sentía que era demasiado estúpido y lo borraba para después aventar el móvil muy lejos de mí y taparme la cara con vergüenza y desesperación.

Si, era bastante desesperación tratar de comunicarme con ella sin sonar como una tonta después de serlo,después de dejarla en visto ¿por un berrinche?

Yo juraba que era un berrinche, le conté a Alexa y ella me dio su diagnóstico de "Dra del Amor"

"Ataque de celos, infundados. Con una pizca de odio hacia alguien de mi familia que su nombre rimara con Panucho."

Odiaba cuando tenía razón y de paso me hacía reír con sus más estúpidos chistes.

Ella me dijo...

"-Ve a su casa, disculpate en persona es lo mejor que podrías hacer. Dile que no pudiste responderle. Qué jamás trataste de ignorarla"

Ese consejo me lo dio el primer día, pero me faltó tanto valor que estoy acostada en mi cama tratando de resolverlo.

Creo que me estaba obsesionando con verla y saber si aún quería mínimo entablar conversación conmigo.

Abría solo el chat para entrar a ver su foto de perfil, y mirar sus ojos. Hacer zoom en su perfecta cara, en sus tan rozados labios que estaban entreabiertos y su mirada que parece decirte "te reto a que no te enamores de mi"

Miraba es foto con tanto enfoque que me sorprendía que no se desgastara.

Ahora que lo pienso jamás había sentido está atracción por nadie en mi vida, excepto esos amores infantiles que te hacen voltear a ver y preguntar ¿quién será? ¿En qué escuela irá?

Pero esto que estaba experimentando era algo de verdad nuevo y no quería dejar de sentirlo.

Estaba recostada en mi cama cuando sin tocar entro mi abuela.

-Juliana ya es tardísimo. Tu amiga está abajo esperándote desde hace rato, ya hasta desayuno!

Casi se me olvidaba que tenía que ir al servicio, y casi olvidó que odiaba que entraran sin avisar.

No dije nada a mi abuela por las prisas.

Saludé solo con la mano a Alexa y subí a la camioneta.

-Bonbom, jure que no bajarías. Me preocupa porque tengo examen a las 10:30.

-Perdoname, te juro que no se en que pensaba.-mentira, claro que sabía.

-Ok, no te preocupes aún es buen tiempo.

Conducía de forma rápida, pero segura. Odiaba las personas que solo prendían el motor sin saber manejar, justo como Lucho, debía dejar ese rencor que me consumía.

-Fuck!!.- gritaba Alexa mientras se pegaba en la cabeza mirando la gente pasar frente a nosotros, cruzando la calle.

-Qué paso?

-Deje unos papeles en el sillón de tu casa, te paso a dejar rápido y me regreso.

-¿Si te da tiempo?

-Si, no te preocupes.

Claro que me preocupa, me sentía culpable por estar pensando en Valentina en lugar de estar preparando todo para mis ocupaciones. Sentía que estaba perdiendo la cabeza en solo pensarla, en solo pensar que decirle, en tan solo saber si ella querrá seguir mínimo una amistad, bueno una amistad porque no hay un mínimo o un máximo cual sería ¿Mejores amigas? ¿O tal vez algo más que eso?

Sacudí mi cabeza intentando sacarla de mis pensamientos, y justo en el cruce veo a una chica idéntica pasando frente a la camioneta, de repente abrí más mis ojos y musite...

-Vale, Es Valentina ¿Qué hace aquí?

-¿Qué pasó Bombón?

-Mira esa chica, es Valentina, que hace acá?

-No lo sé, quizá vino a hacer algunos procesos administrativos, o yo que sé.

La luz del semáforo cambio a verde, y vi como se iba alejando la silueta de Valentina de mí.

-Ya hablaste con ella?

-No.- solté suspirando.

-Qué esperas? Porque te da miedo?

-Tengo miedo al rechazo.

-Okey.

Fue lo último que hablamos cuando me llevo enfrente del servicio.

-Justo a tiempo Señorita.

-Gracias Alex.

-De nada bombón. Ánimo preciosa, mándale un mensajito.

Me guiñó el ojo y yo solo le pude regalar una media sonrisa.

Y así fue mi día, sumamente largo, me sentía ligeramente pérdida, solo pensando en como poder entablar una conversación con Vale.

De verdad quería trabajar, pero solo pensaba en ella .
Todo el día me la.pase así.

Con mis ánimos bajos, y terminando mi dia, pensando en como hablarle o sacarla de mi cabeza.

Caminaba casi  de forma mecánica pensando en todo y nada.

-Con que aquí en donde trabaja la señorita importante.

Noooo!!! De verdad!??

Con la boca entra abierta, y casi incrédula está Valentina frente a mi, con la sonrisa más hermosa que jamás le había visto, ahí estaba frente a mi, mi milagro.

Los milagros si existen!!

Cuando la vi acercarse a mi, no hice más que sonreír como una boba.

-Hola señorita ocupada, cómo está usted?

-Vale, hola bien bien y tú?

-Muy bien, bueno ya mejor ahora que se dónde te escondes de mi.

Solo me reí, no sé si fue lo gracioso de su comentario o toda la emoción que albergaba en mi al verla aquí conmigo hablando como si nada.

Quizá es bueno esperar milagros, ella es el mío.

Siempre tuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora