Odio cuando suena mi alarma tan temprano en domingo, lo odio.
Al principio creí que era una alarma, hasta que me di cuenta que eran llamadas perdidas de Valentina.
Para enseguida enviarme mensaje.
"Mi amor despierta!!!"
"Bebé, recuerda que hoy tenemos una cita ;)"
Seguimos con el juego de ser novias y me encanta. Quiero que sea una realidad, cada noche ruego al cielo que sea una realidad, pero se que aún tengo mucho miedo.
"Bebecita, ¿porqué no me respondes?"
Ella, me provoca tanto, quería salir a diario con ella. El día de hoy lo planeamos desde temprano, y aún mejor que mi abuela y mi mamá se habían ido a visitar a una tía que no conozco a no se dónde, y al no estar ellas, me daban más tiempo para hacer más cosas con Valentina.
"Te quiero lista ya cuando esté allá eh"
"Si, si lo que digas, por cierto no olvides las llaves de mi casa por fa, las dejé en tu bolso anoche, y si no me las das, cómo cierro"
"Si, ya las guarde señorita olvidadiza, ya voy a cambiarme ok"
Me envió enseguida una foto de ella, una sonrisa preciosa, sus ojos brillaban tanto, que parecían estrellas, su cabello castaño y con una pijama violeta, creo que se ve tan fantástica, que me preguntó cómo hay una mujer tan bella en este universo y los científicos no investigan si es una descendiente de Afrodita o Venus.
Me doy cuenta que no solo me gustaría besarla o acariciarle. Cada día crece más el deseo de tener algo más con ella, y me siento mal porque mi deseo se vuelve aún al ámbito sexual.
Hace tres noches atrás, agradecía al cielo ser mujer y que eso me ayude a que la evidencia de mis sueños húmedos solo quedarán en mi pantaleta.
Soñaba como ella llegaba a mi cama con un conjunto de ropa interior previamente en combinación con la mía. Ella acariciando suavemente mi torso desnudo de la forma más suave con sus yemas, por fin me besaba, succionando mis labios de una manera magistral, y ponía la mitad de su cuerpo sobre mí, sintiendo su pierna rozando con mi centro, para que después ella me dijera " vamos a jugar, si bebé?" Acariciando desde mis labios hasta mi centro, para estacionar sus dedos ahí y por encima de mi ropa interior haciendo círculos para provocarme...
Fue un ligero gemido que salió de mis labios el cual me despertó para hacerme sentir un ligero dolor en mi bajo vientre.
Esa noche me quedé despierta pensando en Valentina y solo leía nuestras conversaciones y veía su foto y me preguntaba cómo podía ser posible que no se diera cuenta que se me cae literalmente la baba al verla.
Al pensar en mí sueño, los síntomas en mi cuerpo otra vez aparecían. Sentía un calor que corría desde dentro, por primera vez no lo quería dejar pasar, debía poder darme cuenta de que es lo que quería hacerme sentir estás ganas tan dentro de mi.
Tenía pijama puesta, y con un poco de vergüenza me retiré el pantalón de esta y junto con esta la pantaleta, una pantaleta ligeramente mojada.
Creo que ese era un indicio de que debía darle a mi cuerpo un poco de lo que pide.
Con mi mano dominante, la baje y comencé a tocar mi centro, estaba mojada y caliente, jamás había tenido deseo sexual de esta manera por eso mismo me declaro inexperta, pero tenía previa teoría por pláticas y como decía mi profesor de ciencias de la salud en el bachillerato, el cuerpo es sabio, sabe lo que necesita, sabe lo que quiere y sabe cómo obtener esto.
Comencé a hacer círculos de forma lenta y pausada en mi clítoris, este lo sentía un poco más duro cada momento, y de repente mi mano tomo ritmo, un fabuloso ritmo consecutivo y rápido que me hacía sentir agitada y más caliente, mi brazo comenzaba a cansarse pero me negaba a parar y aún más cuando una sensación de completo placer recorría desde mi centro a todo mi cuerpo, sin premeditación comencé a gemir, jamás había oído mi propia voz gimiendo de esta forma o por esta causa.
Al terminar salió un último gemido ligero, diciendo el nombre que lo habia provocado todo " Valentina" solo cruce mis piernas tratando de tranquilizar mi respiración y aún los latidos en mi pecho.
Ya cuando estaba más repuesta, di un respiro profundo. Y de repente alguien toco la puerta de mi habitación.
Con miedo, me puse enseguida ni pantalón, aún sin la pantaleta, y me alerte. No había nadie en mi casa, que rayos pasaba.
Tome un palo de no se que, que se encontraba en mi habitación, antes de abrir alguien me hablaba al otro lado de la puerta
-Juls, preciosa, todo bien? ¿Que estabas haciendo? .-Cómo rayos entró Valentina.
-Qué haces aquí, cómo entraste???.- abrí la puerta desconcertada.
-Juls, te llame mil veces y no respondes, ni siquiera los mensajes. Toque tu puerta de la entrada y no me abrieron, me preocupe por ti, después solo oí un poco de ruido y por eso subí, perdón.
Sentía que las piernas me estaban fallando, ella escucho todo.
-Tranquila, solo dime qué estás bien.
-Si Val, si lo estoy.
-Segura? Estás muy roja, y tienes fiebre!?.- toco preocupada mi frente.
-No Vale, no te preocupes, estoy bien.
Enseguida lo descifró todo tal cual un rompecabezas.
-Noooo, Juliana yo...- se puso toda roja, y guardo su risa.- Yo lo siento mucho, no sabía que te estabas desestresando perdón.
-No Val no, yo solo.
-No, no te preocupes, todos lo hacemos no, es algo normal, perdón por entrar en tu casa, Okey, te veo abajo.
No me dejó decirle nada, solo bajo la escaleras lo me rápido posible y yo, yo sentía morir de vergüenza.
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Siempre tu
Hayran KurguAl ver sus ojos me doy cuenta que no tengo escapatoria, es más no quiero escapar, pero debo de... Se que esto no es lo correcto, aunque mi corazón me grita lo contrario. Siempre espere al hombre indicado, al príncipe azul, pero ¿¡y si estoy equivoca...