Ansiedad

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Valentina llevaba cuatro veces que venía a casa con Lucho, cuatro veces en tres estúpidos días, no se porque rayos ese tonto le gustaba venir a restregarme su romance en mi cara, quizá en el fondo si se había percatado que Valentina provocaba algo en mi y hacia eso con el afán de mostrarme que él era su novio y no yo.

Había dejado del lado el hablar con Sergio del tema de Valentina, ya que me dolía me preguntará y le dijera que la causa era que el dijera que era mi novia.

Era ya tarde y quería irme a casa, pero mi abuela me había pedido quedarme en la panadería para ayudarle un rato, no pude negarme.

Vi pasar por quinta vez a Valentina y freno en la panadería, pidiendo un encargo de su tía sin siquiera verme a los ojos.

-Hola, buenas tardes. Dice mi tía que si ya está lo que había encargado.

-Valentina, aún no está, ya te había dicho mi abuela.

-Tardara?

-Media hora quizá. Si gustas esperar aquí no hay nin...

Y se salió, dejandome con la palabra en la boca, solo una pregunta me quedaba en la cabeza, ¿cómo hacer para hablar con alguien que al parecer no te quiere ver?

Pasó un rato largo en el que revisaba instagram, y veía las fotos de Valentina, no soy una acosadora me repito pero me encanta verla.

Mi abuela llego y comenzó a acomodar todo para sus pedidos, de verdad estaba harta, el simple hecho de pensar en Valentina me agotaba, quería arreglar con ella, pero no tenía bases para ir y que no me ignorará.

-Juliana hija, lleva esto a doña Silvina.- Quizá aquí empezaba mi base pero entro de repente Lucho a la panadería, de verdad ¿tan mala suerte tengo?.- Espera hija, mejor que lo lleve Lucho.

-Qué Abuela?

-Este pedido a casa de tu novia.

-Ay abuela no.

-Qué pasó hijo? Te peleaste con Valentina?

-Nooo, pero no sé que tiene, desde ayer está enojada y no se porque. Además no quiere salir a tantos lugares, cuando la invitó a salir me dice solamente que vayamos a tu casa para conocer a mi familia y que no sientas que me aparta ella de ustedes.

-Qué linda, con razón solo te la pasas ya conviviendo más con nosotros.

-Si abuela, pero no te ofendas necesito salir a otros lados con ella, cómo novios pero está apatica, ya me harto.

Solo veía como Lucho se quejaba, y como mi oportunidad para hablar con ella se parecía frente a mí.

-Yo voy abuela no te preocupes.

-Gracias mija.

Corrí a su casa, toque la puerta como loca y me abrió su tía.

-Porqué tocas así niña? ¿Que pasó?

-Perdón. Aqui está lo que le pidió a mi abuela.

-Esta bien niña, ya se lo pague Gracias.

Di tres respiros rápidos y profundos para armarme de valor.

-SeñoraSilvinaEstaValentinaEnCasa.?

-¿Qué?

Sii, hablé demasiado rápido. Mi corazón latía rápido, tan rápido como si fuese en una montaña rusa, es la descripción más trillada, pero la más precisa.

-Esta Valentina en casa? Necesito hablar un momento con ella.- se quedó callada unos cinco segundos, muy largos.

-Si está en su habitación.

-Podría hablar con ella?

-Si niña,pero rápido.- se quedó pensando de nuevo, está señora piensa mucho.- Niña, necesito salir un momento, mi sobrina está en su cuarto, el que está a la derecha subiendo las escaleras. Cuando subas le dices que vuelvo rápido por favor.

-Siii, claro.

Entré a su casa y la señora cerro la puerta, me sorprendió la confianza de dejarme subir, siempre la eh sentido bastante sería y de carácter frío, pero eso ahora no importaba.

Subí las escaleras lentamente, con miedo de ser rechazada pero era más mi ansiedad que otra cosa.

Llegué a la puerta que suponía era la habitación de Valentina, estaba entre cerrada la puerta y toque, no me abrían, con nervios volví a tocar más fuerte.

-Pasa tía.- dijo Valentina desde adentro de la habitación.

No sabía si pasar pues no soy su tía, así que inhale profundo y con el alma en un hilo abrí lentamente la puerta.

Ella no me prestó atención en los primeros segundos, eso me dejó verla acostada con la vista pérdida en el celular.

No volteaba a verme, así que hice lo más lógico.

-Hola...

No sé cómo logro salir mi voz en ese instante y Valentina volteo a verme de inmediato.

-Qué haces aquí?.- se incorporó de inmediato de la cama.

-Tu tía me dejó pasar,dijo que viene ahorita y yo le pedí que me dejara hablar contigo.-Ella no me decía nada, solo tenía la mirada sorprendida y la boca entreabierta.- Puedo pasar?

No me dijo nada solo movió la cabeza afirmando con su misma expresión de sorpresa.

Me acerqué más a ella, su habitación olía a ella. No es posible describir como huele pero olía a ella.

Me veía fijamente, pero no me decía nada, me ponía nerviosa que no lo hiciera, se que era yo quien debía hablar, pero no sabía por donde empezar.

- Perdóname.- fue lo primero que logre decirle, y ella seguía sin decirme nada. Solo me miraba fijamente.- Fui la más estúpida de todas las personas en el mundo, en el universo. Yo fui injusta porque jamás tuve que haberte hecho esa estúpida reclamación por lo que dijo Sergio, porque lo dijo él no tú, y fui una idiota por no dejarte hablar, por no haber contestado tus llamadas cuando quería hacerlo o no haber respondido tus mensajes cuando era lo menos que podía haber hecho, tu no tuviste nada de culpa, toda fue mía por hacer un drama tan estúpido, cuando yo te dije que si alguien te rechazaba era porque era un idiota o una idiota y eso fui yo, hoy lo sé, Perdoname por todo eso y por no haberme disculpado antes. Quizá no quieras saber más de mi y estás en todo tu derecho, pero debías de saber que yo, que yo...-¿Yo que? Sabía que, pero moría de nervios, por una vez en mi vida debía tener valor.- Yo tenía miedo, miedo al qué dirán, miedo a que hablaran de mi, que me dijeran lesbiana o algo así, miedo a las burlas o rechazos y por eso fui tan idiota, crei que eso sería lo peor que me podía pasar, pero no fue así, lo peor que me pudo pasar fue ya no verte más, ni oir tu voz o alejarte de mi, eso es lo peor que me pudo pasar y yo lo provoque por miedo estúpido.

-No tenían porque decirte lesbiana si no lo eres, el hecho que me gustes, bueno que me gustaras no quería decir que fuese recíproco.-okey entonces ya no le gusto, oír eso me dolió, me dieron ganas de llorar, muchas, pero las aguante, y trate de recomponer mi voz mientras carraspeaba mi garganta.

-El problema es que si era así, si me gustas...gustabas.- dije rápido para no verme como si quisiera robar la novia al idiota de Lucho.

Ella me miró a los ojos sorprendida, bastante, tan sorprendida como lo estaba yo de el valor que había acumulado para decir eso.




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