La fiesta.

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¿Alguna vez has sentido tal emoción que sientes a tu corazón salir de tu pecho de tan rápido y fuerte que golpea dentro de ti?

¿Alguna vez has querido abalanzarte sobre alguien y solo abrazarle con todo de ti?

¿Alguna vez has tenido que irte corriendo de algún lugar antes de que tus lágrimas caigan?

Muy bien todas esas sensaciones se combinaron dentro de mi en tan solo un segundo.

Llegó Lucho tomado de la mano con Valentina, en mis adentros suplicaba que solo fueran amigos. Sabía que no era así, conocía a ese desgraciado que tenía por familia.

Cuando el mariachi seguía tocando el dejo de tomar la mano de Valentina para abrazarla junto a él y besar su cabeza.

Cuando finalizó la primera canción, Lucho pasó a abrazar a mi abuela y ahí estaba Valentina enfocando su mirada en él, ni siquiera volteaba a verme.

De repente, el idiota ese, tomo a Valentina de la mano y le dijo a mi abuela.

-Mi Mary hermosa, te presento a tu nieta, ya la conoces solo quiero que sea oficial y tener tu aprobación.

Mi abuela solo se empezó a reír y lo abrazó.

Sentía que mi boca se abría ligeramente, y mi vista se nublaba.

Sentía que ese desgraciado sabía el dolor que me provocaba y por eso lo hacía Público, ¿Acaso Valentina le contó?

En ese momento, me levanté sin hacer espectáculo y me dirigí al baño, cuando entré y estaba a punto de cerrar la puerta, alguien empujó rápidamente la puerta para entrar conmigo.

No podía ver quien era con claridad, solo sentí su abrazo rodeandome y pidiendo que me tranquilizara, era Alexa.

-No, no,no Alexa por favor dime qué no.

-Ya bombón, por favor tranquila.

-No, por favor no.

-Sacalo bebé, sácalo aquí y ahora, no te quiero ver apagada delante de las personas y mucho menos de tu abue.

Lloré, lloré como solamente lo hacemos cuando niños, lloré con todo de mi, lloré al punto de tener que pegar mi cara completamente a su hombro para que mis sollozos o aún gemidos de dolor salieran sin hacer ruido, dudo que hicieran ruido, había mucho bullicio afuera, quizá a nadie le importaba como estaba yo.

Cuando logré recomponer mi propia voz, Alexa me ordeno lavar mi cara con agua fría, de hecho salió por hielo, mientras me veía en el espejo. Me veía totalmente rota, pero todo eso había sido culpa mía, lo aceptó sin embargo no quiero asumirlo, me niego a verla con él, el no la merece.

Pero quién era yo para decirlo después de lo que hice.

Lave mi cara para quitar lo rojo es hinchado de ella. Después solo Alex volvió a entrar con hielo y otra bolsa.

- Para que trajiste eso?

-Bebé, se que el maquillaje no es lo tuyo pero te ves muy fatal, yo no soy la más femenina de todas pero sí necesitas algo de maquillaje en ti.

No le dije nada, solo ponía el hielo durante tres segundos en mis ojos para quitar lo rojo, ¡porque rayos estaban tan hinchados!

-La cagaste y lo sabes.

-Alex ahorita no por favor.

-Ahorita si, la cagaste y le diste la oportunidad al más imbécil de todos, se que es tu familia pero es un idiota. Además tiene cara rara, bueno ese no es el punto. Cuando haces algo mal, tratas de remediarlo.

-¿Qué harás tu? ¿Cual será tu forma de remediarlo?

-Aceptarlo y ya, alejarme de ella, no llamarle y procurar evitar a Lucho.

-No tonta, habla con ella. Mínimo para que no se quede con la peor imagen de ti gritándole en la calle.

Solo pensar en eso me lo merecía.

Tardamos al rededor de 15 minutos en el baño y apesar que mi ánimo era decadente, trate que mi rostro no lo fuese.

Salí a la fiesta como si nada, sabiendo que sentía todo dentro de mi, inconsciente con la mirada busque a Valentina y estaba riendo con Lucho, se que fingía, pues lucho era el más idiota de todos.

Se que sintió mi mirada, porque se puso un poco incómoda. No pretendía joder la fiesta así que me comporte tranquila, viendo a los invitados sonreír y pasar la noche como si nada, no sé si la idea de hablar con Valentina era la correcta, no sé de algo servía.

Estaba a punto de irme a mi habitación cuando llegó mi madre.

-Juliana, hija.

-Qué mamá?

-Necesito un favor.

-Má me duele la cabeza.

-Puedes prestarle una blusa a esta chica Valentina.

-Porqué?

-Creí que Lucho se comportaría, pero ya se puso un poco imprudente y tiro refresco encima de ella.

Es imbécil por naturaleza, juro que por un momento creí que se comportaría adecuadamente.

-Okey.

Sin decir nada más me fui a buscar una blusa que fuese su estilo, se me cruzo por la cabeza darle su pijama, pero no eso jamás esa pijama usada por ella era mía y fin del asunto.

Tome una linda y baje a darle la blusa a mi mamá para que se la entregará.

-Esta en el baño Juliana, llévala por favor.

No dije nada, solo me temblaban las manos y fui al baño y toque la puerta.

-Esta ocupado.-oir su voz eso solo me creaba revolución.

Volví a tocar la puerta, solo para oírle.

-Esta ocupado, un minuto por favor.

Debía darle la blusa, poder verla de frente.

-Ya lo sé, solo vine a traerte una blusa.-Noo dijo nada, duró dos minutos sin decir nada.- Umm Vale?

De inmediato solo asomo su mano pidiéndome la blusa. Yo de verdad quería verla, así que tome su mano y le di la blusa, sin embargo se me ocurrió la fabulosa idea de poner mi pie entre la puerta para entrar y verla.

En las películas lo ponen fácil, me dolió tan feo que lo quité de inmediato y cerró la puerta.

-Vale abre por favor, necesito hablar contigo.- le decía mientras tocaba la puerta.-Vale déjame hablar por favor, quiero explicar.

-Igual que tú me dejaste explicar?.- escuchaba su reproche al otro lado de la puerta. No dije nada solo supe que ella tenía razón y me fui.

Siempre tuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora