De Mariposa a Murciélago

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Mis días últimamente comenzaban más diferentes a lo habitual.

Hoy amanecí pensando en ella, ahora mi pensamiento tiene nombre

VALENTINA

Su nombre aparecía con letras grandes en mi mente, para después ver sus ojos mirándome fijamente, sus labios entreabrirse y después solo verle sonreír.

Tenía una extraña sensación de familiaridad con ella, pero era más extraño el hecho de no dejar de pensarle.

Querer verle diario, tratar de coincidir y no sé, quizá tener una plática más amena, había creado miles de conversaciones en mi mente donde ella sonreía por algo ocurrente que decía yo, o ella me hacía sonreír por el simple hecho de estar hablando.

Puse música, trate de concentrarme en la canción pero solo pensaba en ella.

De momento un pensamiento me detuvo en seco.

Soy Gay?

Jamás en la vida me había planteado algo así.

Jamás en la vida me había enamorado.

Rechazaba la mayoría del tiempo a cualquier chico que se ponía delante de mí, pero tampoco había sentido nunca atracción por una chica, bueno pensaba que algunas de mis amigas era bonitas y agradables, pero jamás me había planteado el hecho de ser una chica que gustará de su mismo sexo.

De pronto, deje de oír todo a mi alrededor y solo me concentre en verme al espejo tratando de descubrir el enigma en mi misma.

Y si soy gay!?

Nunca eh sido homofóbica pero la idea de serlo, me causaba una extraña sensación, me daba cierto miedo, es más eso no es miedo, es pánico.

Mi corazón comenzó a latir fuertemente y solo negaba con la cabeza.

Yo no puedo se gay!

No es que lo odie, pero que dirá la gente de mí!?

Mi abuela? Mi mamá?

Qué dirían si lo fuera?

Le correrían de la casa y no querrían verme jamás.

De repente la idea de ver a Valentina nuevamente se me hacía pésima.

No quería ni toparme con ella,quizá solo estoy confundida porque es muy bonita y es todo.

Mi corazón latía muy fuerte y sin darme cuenta aún viéndome al espejo lleno de miedo y confusión una lágrima cayó hacia mi mejilla y las mariposas en el estómago, se volvían murciélagos que mordían mis entrañas y atacaban con miedos acerca de quién soy y si lo que soy no es apto para los demás.

De pronto toda la alegría que me provoco pensar en esta chica, se volvia en tensión que bajaba desde mi cabeza hasta mis pies, alojándose en mis hombros como una extraña carga.

Tenía que hablarlo con alguien que supiera del tema y no fuese capaz de juzgarme, y solo había una persona que podría oírme con la mente y el corazón abiertos.

Tomé el celular y le marque, el timbrido en lo que conectaba la llamada, se me hizo eterno.

Fue uno, dos, tres y por fin oí su voz.

-Que onda bombón? A qué debo tu llamada tan temprano?.- Era Alexa.

-Necesito verte,me urge. Crees que puedas venir por mí?

-Todo bien Juliana?

-Ven por fa, te digo en el camino.

-Ok, es algo de que preocuparse?

-No, bueno si, solo ven.

-Ok, no tardó.

Quizá ella pueda ayudarme a saber que me pasa  y darme un consejo.

Siempre tuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora