Olvido

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Desperté con frío, apenas y amanecía. La luz del sol era tenue y apenas se asomaba por la ventana.

En cuanto recordé que Valentina se había quedado conmigo la busque en la habitación pero no estaba, y si todo fue solo un sueño?

Noooo, yo juro que todo fue muy real, aún adormilada, abrieron la puerta del cuarto de forma cautelosa.

-Uy... Te desperté? Perdón Juls, es que mi tía estaba llamando desde las cinco de la mañana, que Lucho fue borracho a llevarme serenata y gritar que saliera y despertó a mi tía, jajajaja. Que bueno que no estaba ahí para recibir su regaño.- me quedé pasmada, ¿Que le pasaba a ese tonto?.-Volvamos a dormir, apenas son las 6:30 de la mañana.

Se acostó de lado, abrazando mi espalda, no puedo creer que la vida sea  tan sorprendente.

No pude evitar dormir más sintiendo su calor.

Desafortunadamente mi alarma sonó a las nueve y amabas nos despertamos, bajamos a desayunar como si nada.

Mi abuela y mi mamá le hacían la plática a Valentina y en varias ocasiones salió a relucir Lucho, ella solo se limitaba a sonreír y decir si ó no, también me incomodaba oírlas preguntar por él.

Tratamos que los comentarios no arruinaran el día y solo bromeabamos de cualquier cosa, no podía evitar sentirme feliz por el hecho de tenerla de nuevo en mi vida.

Me causaba cierta tristeza saber que tenía que irse a su casa, la quería todo el día conmigo, no quería perder ni un instante lejos de ella, sin embargo era consciente que debía ir a su casa.

Ella se cambió de ropa sola en mi habitación mientras yo la esperaba abajo, de verdad no quería que ella me sintiera como una aprovechada.

Cuando bajó, se veía hermosa. Podía pasar la vida entera viendo su rostro y discutiendo internamente que es lo más hermoso si sus labios, su piel, su sonrisa o sus ojos, sería un conflicto interno muy grande.

-Bueno yo ya me voy. Nos vemos.- se despidió de todas y salió.

Subí a mi habitación y no podía creer que ella había estado aquí conmigo,que  la vida era tan generosa para dejarme pasar una noche abrazada a ella.

Comencé a cambiarme de ropa y recoger mi cama y encontré su celular en mi cama, se le había olvidado, tenía una excusa para ir a verla.

Tocaron la puerta y la abrí con cautela ya que me faltaba la blusa para vestirme totalmente.

-Hola Juls se me olvidó algo.- se que era su celular y se lo iba a pasar pero ella se abrió paso a la habitación y paso aún conmigo en brasier.- Que sexy jajaja, ponte tú blusa.

Me puse muy avergonzada la blusa y le extendí la mano con su celular.

-Apoco olvide mi celular.

-Si, que otra cosa olvidaste?

Ella se acercó a mí entre una ligera risa nerviosa, mirando mis labios y mis ojos al mismo tiempo. Sus ojos bailaban en lo largo de mi rostro.

Tomo mi mejilla con su mano,acarició mis labios con su pulgar.

-Olvide esto.- musitó en mis labios.

Y por fin sentía sus suaves y tibios labios encima de los míos, fue solo un roce inocente y tímido.

Se separó y me miró a los ojos, obviamente no me conformaría con eso solamente.

Mire sus labios y con ambas manos tome su rostro y volví a juntar sus labios con los míos, saboreando esta vez su suave y deliciosa boca.

Cada vez más crecía más mi deseo por probar más sus besos y era mutuo. Nuestras bocas discutían por tener dominio y satisfacer a la otra, lentamente ella abrió su boca y pidió autorización a la mía para que su lengua jugará, tenía que detenerme antes de no controlar todo el deseo contenido.

Me detuve un poco abrupto y ella me miró preocupada

-Perdón,debía preguntarte si querías.

-Nooo, no es eso, yo si quería moría porque pasará pero, no cerramos la puerta con seguro y si la cerramos yo sé que no soy capaz de controlarme.

Le dije sonrojada, ella solo se rió y me dio un beso ligero.

-Te quiero Juls hermosa, si quieres que vayamos con pasó lento lo haré, por lo pronto me voy.

-¿Nos veremos mañana?

-Yo quisiera pero veré a Lucho.- No se que cara puse, pero aseguró que fue una de total desaprobación.- Quita ese puchero que iré a terminar con este suplicio para los tres, de acuerdo.

Me dio un beso último y se fue, queriendo pensar que se volvería repetir la magia de este día.

Me quedé sentada en la cama solo pensando todo el tiempo  que perdí al no hablar con ella.

Siempre tuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora