¡Tu Novia!

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Justo en ese instante

-No Juliana, no conozco tus motivos y sé que tú intención no era mala. Pero tampoco es para que la hagas sentir se esa manera.

Alexa solo me veía con enojo, en todo el tiempo que tenía de conocerla jamás  le había visto esa mirada.

-Es que no es algo para lo que estoy preparada.

-Nadie Juliana, créeme que nadie, pero tampoco es para hacer un drama como el que hiciste.

-Se supone que eres mi amiga y me apoyarías.

-Los amigos se dicen las cosas en la cara, las verdades aunque duelan. Ya llegamos a tu amado trabajo ya bájate de la camioneta por favor.

Sentí que me estaba corriendo de su vehículo para alejarse de mi. No dije nada y solo me baje y camine con un nudo en la garganta mientras veía como Alexa se iba alejando de mi.

Al entrar a las oficinas vi a lo lejos a Sergio que me saludaba de forma emotiva, y pensar que todo esto fue por el...

Dos semanas atrás

A Valentina le gusta mucho comer helado de vainilla, es extraño que se su favorito, ya que ella se considera fan del chocolate, le gustan las gomitas de frutas y todos aquellos dulces que son ligeramente picantes.

Prefiere el frío que el calor, ya que en su antigua casa todo el tiempo hacia frío.

No le gusta que le mientan, prefiere que le digan la verdad, aún está le lastimé. Eso significa que muy rara la vez ella llega a mentir.

Tiene dos hermanos, los cuales ya se han casado y hecho su vida aparte, y cuando cuenta de su familia siempre se queda a medias.

Tenía yo prácticamente un diario de quién es Valentina según lo que me dice, lo que me cuenta. Cuando se abre a mi.

Me encantaba que me considerara para contarme algo nuevo o que fuese significativo. Ella decía que era importante que lo supiera como su no novia oficial.

El día de ayer se quedó a dormir en mi casa, ella dijo que si hacíamos una "pijamada" me pareció una idea infantil, pero la perfecta excusa para estar cerca de ella más tiempo.

Y en realidad era tanta mi ansiedad y tensión por tenerla tan cerca de mi que no dormí en toda la noche, observaba su figura entre la madrugada.

Veía como la ligera luz de la luna que entraba de entre mis cortinas la abrazaba y al mismo tiempo me la presumía.

Dormía ella con tanta  tranquilidad que sentía que ella dormía por ambas.

La tentación de acariciar su rostro y aún su silueta era tan grande que solo me limité a verla entre la madrugada y dormir por ratos.

Eran aproximadamente las 5:45 de la mañana, aun estaba oscuro y entonces me desperté de repente. Dicen que los seres humanos tenemos la capacidad de sentir cuando nos miran fijamente aún estando dormidos. Quizá esa teoría no sea tan errónea, me desperté y pude ver entre la oscuridad los ojos de Valentina viéndome fijamente.

-Se me fue el sueño, perdón.

-No te preocupes Val, a veces también me pasa lo mismo.

-Gracias, si quieres vuelve a dormir.

-No, ya se me fue el sueño.

De repente ella comenzó a acariciar mi rostro, eso me ponía tan nerviosa y excitada, creo que estoy loca.

Siempre tuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora