Interruptor

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-¿Qué haces aquí?.- pregunte después de ese impacto de emociones desenfrenado en mi pecho.

-Vine a arreglar Algo relacionado a la casa de mi tía, hacer unos pagos y así.

-Ahhh, yo trabajo ahí.- le señalé emocionada el edificio.

-Si, eso vi. Cuando te vi bajando las escaleras frente a mi dudaba fueras tú, por eso te saludé ya que confirme que eras tú. Y.... Ya no estás enojada conmigo?

-¿Qué? Nooo, porqué lo estaría?

- No me contestaste los mensajes, me dejaste en visto, es más creí que me ibas a bloquear y muchas cosas pasaron por mi mente. Tuve mis dudas en saludarte pero tenía que correr el riesgo.

La había defecado, yo creyendo que ella no quería saber de mí, y creyó que yo la rechazaba.

Ella solo miraba al suelo con algo de vergüenza, quizá por lo que me acababa de decir.

-Vale.... Perdoname, de verdad fui una tonta, no te quise dejar en visto. Es más yo creía que tú no querías saber de mí por no contestar tus mensajes. ¿Me perdonas?

Como un impulso tome su mano, bueno sus dedos, las puntas suaves de sus dedos.

Sonará como un cliché, pero sentí un choque eléctrico que recorrió mi cuerpo entero.

Solo ese mínimo roce, tan mínimo y poderoso al mismo tiempo.

Deje de mirar nuestras manos, sentí su mirada penetrante y esos hermosos ojos azules me veían de una manera que no podía descifrar. Me ponían un poco nerviosa, pero me gustaba como me veía, me gustaba la idea de mirarnos fijamente.

Ella tenía ligeramente abiertos sus labios, apuesto que quería decir algo, pero al igual que yo no encontraba que decir.

Dice mi abuela que a veces el silencio es nuestro mejor aliado, amaba este silencio de ahora. Sentir como ligeramente y casi imperceptible sus dedos movían rozando con los míos, y solo nos mirábamos.

-Juliana, hola guapa.- solete la mano de Valentina inmediatamente, cómo si me quemará. Siento que fue muy brusco, el aventar su mano lejos de mí.

-Ahhh Hola...ammmm.- No, no era una grosera, de verdad había olvidado su nombre.

-Qué grosera eres hermosa señorita, Sergio, me llamo Sergio jajajaja. Y bueno, veo que ya te vas.- se me quedó viendo a mí y un ligero reojo a valentina.- Aceptaras mi salida al cine?

-Ammm Sergio, no quiero sonar grosera o creída pero no me gusta ir al cine.

-Okey, vamos a cenar o a visitar un museo, una galería de arte, que se yo. Anda, llevas varios meses rechazando mis humildes invitaciones.

-No Sergio, es que de verdad casi no me gusta salir, de verdad soy una pésima compañía para salir.

-Okey, no te preocupes. Se que algún día lo conseguiré y verás que te tardaste en aceptar una increíble cita.

Solo se despidió de beso y se fue alejando. Inmediatamente busque a Vale, pero no estaba. Trate de buscarla pero de verdad no estaba.

-Ay Vale....

Siempre tuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora