Perdón

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Me veía solamente y me preocupaba que no dijera nada.

-¿Valentina?

-¿Porqué no me lo dijiste antes? ¿Porqué vienes ahora y me lo dices? ¿Qué pretendes Juliana? Qué te diga que no te preocupes que todo está bien, qué ya paso? Porque me lo dices ahora.

-No me hablas y eso me duele.

-Tu me lo pediste, recuerdas?

-Si lo sé, y lo asumo, pero quiero arreglar las cosas por favor.

Sentía como la voz me flaqueaba mientras su cara mostraba rabia, un rabia incontenible.

Por un segundo creí que me ganaria el llanto, pero lo aguante para seguir hablando.

-Qué quieres Juliana?

-Qué me perdones, por favor.

-Okey si sólo es eso, no te preocupes ya te perdoné, puedes irte con tu conciencia tranquila.

-Me estás corriendo?

-No, pero era lo que querías no? Una conciencia tranquila al saber que dijiste toda la verdad y yo te perdonaba, pues ahí está, tienes mi perdón ya puedes irte.

-No Vale, es que tú no entiendes a que vine.

-No, Claro que lo entiendo me lo acabas de decir, quieres que te vuelva a hablar, fingir que todo está bien y que no pasó nada, pues no te preocupes lo tienes.

-Es que no es sólo eso Valentina, escúchame, tu eres muy importante para mí, no quiero fingir que todo está bien cuando no es así, el dia de la fiesta cuando te vi con Lucho sentí que el alma se me fue y regresaba rota, pero sabía que era mi culpa y me hacía responsable.

-De qué eres responsable? De que esté con Lucho? Porque no es así, yo quiero estar con él, me gusta estar con él por eso es mi novio, igual que Sergio el tuyo no?

Me flaqueaba la voz y las ganas de estar ahí, de verdad estaba haciendo todo mi esfuerzo, pero ella lo echaba a menos. Se que mis ojos me delataban pero no quería que me viera en el suelo.

-Sergio no es mi novio Vale, yo solo lo dije porque no lo sé, me enoja verte con Lucho y creí que te enojaría verme con Sergio porque no lo sé, yo siento algo que quizá tú no, creo que me iré Valentina yo ya vine a decir lo que tenía que decir y bueno creo que es todo, gracias por escucharme.

Esperé frente a ella por mas de diez segundos y no me decía nada, creo que definitivamente era todo.

Se oía como su tía abría la puerta y yo, pensaba en algo más por decirle, pero no se me ocurría nada, así que me di la vuelta y me fui a mi casa.

Estaba por oscurecer, sentía el viento del anochecer en mis brazos. Quería llorar con todo el corazón, quería sacar todo lo que sentía pero me contuve hasta llegar a mi casa, subí a mi habitación y me recosté en la cama, abrazando mi almohada y pensando si ya debía darme por vencida, hice el intento de recomponer aquello que arruine por tonta.

Le mandé un mensaje a Alexa y le conté todo, o al menos lo más relevante.

"Quieres que vaya a verte" me dijo cuando le conté que me sentía hecha una mierda en el suelo.

"Si por favor, no tardes"

Puse el celular al lado de mi almohada, y en ese instante los ojos me traicionaron y comencé a llorar, primero sentí como las primeras lágrimas mojaban mi almohada y después ya no vi nada al rededor porque lloraba con el alma entera hasta que no supe en que momento me quedé dormida.

-Juliana....Hija, No vas a cenar?

Sentía que una voz me susurraba en la oscuridad de mi habitación, mientras sentía que la saliva se me caía de la boca, y volvía en mi.

-Ammm no abuela no tengo hambre, qué hora es?

-Las 9:30 hija...

-De la mañana??

-No, de la noche, ya duérmete, además mañana es sábado y no tienes que ir a trabajar, descansa mi niña, en cuanto puedas te pones la pijama.

-Si Abue.

Me quedé recostada en medio de la oscuridad durante quince minutos más, recordando lo que había ocurrido, sin darme cuenta suspiraba tan fuerte que me dolía el pecho.

Nuevamente entraron a mi cuarto.

-Juliana hija...

-Qué pasó abuela?

-Tienes visitas.

-Dile que suba Abuela por fa.- ya había llegado Alexa

Me acosté nuevamente tapándome ahora con las cobijas, cubriendo hasta la cabeza, dando la espalda a la puerta, aún quería llorar, pero no quería que Alexa me viera tan mala o me iba a regañar y no estaba para regaños; necesitaba que me dieran cariño, me sentía fatal.

Deje la luz apagada y me cubrió totalmente la cobija, tenía mucho frío. Recuerdo que Alexa siempre llegaba en los momentos precisos de mi depresión o bueno a esa falsa depresión, ya que jamás me había sentido así, y me abrazaba por la espalda diciéndome que tenía que salir adelante, porque por la mañana tenía que enseñarle al sol como brillar.

Toco la puerta y solo grite con las cobijas abrazándome, y unas cuantas lágrimas que traicioneras salían de mi.

-Pasa por fa, y no prendas la Luz.- oí que pasó y se paró junto a la cama, no quería que me viera como lo que era en este instante.- Que esperas tonta abrázame, estoy triste.

Me hice de lado y le di cancha para que me abrazara, no necesitaba reproches o regaños ahora.

Sentí que se acostó en la cama y me abrazo. Apretó mi cuerpo a ella y no dejaban de salir mis lágrimas.

-No me digas nada hoy por fa, se que me lo busque que fue mi culpa, pero no me digas nada por favor.

Oía mi voz y me sentía peor. Oía a una Juliana desconocida, a una que se le había roto el alma.

Ella me abrazo más fuerte y de verdad, entre más fuerte me abrazaba, sin quererlo lloraba más, ella seguía abrazándome tan fuerte para que mi los cachos de mi lograrán juntarse nuevamente.

Pase al rededor de 20 minutos sin para de llorar y ella solo me abrazo y no me dijo absolutamente nada.

Trataba de tranquilizarme y dejar de sollozar.

De repente sentí mi celular vibrar repetidas veces, trate de ignorarlo, pero en el fondo del corazón quería creer que eran de Valentina.

Tome el móvil, limpiando mis lágrimas y comence a leer los textos.

Bombón no podré llegar

Disculpame de verdad

Pero no sé que le pasó a la estúpida camioneta.

Llámame por favor.

Necesito saber cómo estás

Responde rápido

Por favor

Te quiero

Sentí un enorme escalofrío recorrer mi espina dorsal.

Ahora estaba triste y con una enorme interrogante.

Voltee mi cuerpo para ver quién era y me sentí tan avergonzada.

Solo me vio con sus enormes ojos azules y me acarició la mejilla.

-Perdoname Juls.

Siempre tuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora