Siempre tu

Consecuencias

Dicen que el tiempo lo cura todo....

¡Mentira!

Llevo 5 semanas, 2dias y 4 horas sin ver a Valentina, y aún hay ocasiones dónde respirar me duele, y en medio de algún día ajetreado en el trabajo viene su rostro a mis pensamientos.

Suspiró sin ni siquiera darme cuenta y son suspiros tan profundos que llegan a doler físicamente, jamás había sentido esto.

Creo que me quedaré soltera para siempre, encuentro a quien logra hacer que mi corazón no sea un hielo y...

¿Qué hago?

La corro de mi lado, ¡Bravo Juliana!

Desde hace una semana hacíamos los preparativos para la fiesta sorpresa para mi bella abuela, aquella noble ancianita, que me obliga a comer.

¡Gracias abuela, ya hubiera muerto de inanición sin ti!

Mi mamá comenzó a planear todo con lujo de detalle, invitando hasta la tía Chapis, aquella que no conozco y con todo respeto no me interesa conocer.

Puedo jurar que era para lo único que me mantenía activa al cien por ciento, para la preparación de la fiesta de mi abuela, no quería culparme más tarde por haber sido una pésima nieta.

-Mija ..

-Mande má.

-¿No vas a invitar a alguien a la fiesta de la Abuela?

-A Alexa má.- afortunadamente mi amiga había olvidado su rencor a mí y me había perdonado, creo que fue misericordia lo que la movió a perdonarme, ya que me vio tan fatal llorando que solo me decía ¡Ay Juliana!

-¿Nada más?

-Si, ¿porqué?

-Hago lista de los probables invitados para que no nos falte comida.

-Ah Okey.

-Lucho dice que solo vendrá con una persona más.

-Ya le dijiste a Lucho? ¿No quedamos que hasta el último?

-Mija,necesitaba que alguien me acompañará a la central y el único disponible era él, no te quejes. Dice que traerá sorpresa a la abuela.

-Con que no sea ponerse borracho como la última vez...

-Nooo, creo le va a traer mariachis.

-Pues ojalá no sea otro de sus shows, ¿A quien va a traer? A alguno de los borrachos que tiene como amigos? Porque si es así que solo venga a él.

-No sé, solo dijo que vendría con un Amigo.

-Aish mamá.

Estaba ayudando a mi mamá con algunas cuentas y preparativos, y en ese instante mi mamá lleno de limón la herida.

-Oye mija, ¿vas a invitar a Valentina?.-porque me haces esto mamá!! Me quedé en silencio viéndola, sin decir absolutamente nada, creo que me quedé en shock ante su pregunta.- Digo, porque si la invitas a ella, invitamos a su tía no?

No le dije absolutamente nada, ni un si, ni un no. Afortunadamente ahí termino la conversación.

Estábamos a dos días de la celebración de los 68 años de mi abuela, y de verdad quería ver a Valentina, decidí marcarle por teléfono y ver si tenía suerte y venía.

Marque un vez...

Tono, tono, Tono, tono, tono y buzón.

Quizá no lo escucho, es despistada.

Segunda vez...

Tono, tono, tono, tono, tono y buzón...

Así me la pasé con 17 llamadas y en ninguna respondió, me sentía cada días peor por no oir mínimo su voz diciendo qué no la molestará. Pero ni de eso tenía suerte.

Quise dar por terminados mis intentos, quise dar por menguada está situacion,aunque fuera por ese fin de semana.

Al llegar la fiesta de la abuela,mi abuela estaba que no se la esperaba, o eso fingía ella, yo sé que esa viejilla lo sabe todo; había tanta gente que no podía creer que tuviera tanta familia que no conocía.

La prima de mi tía de no se donde que me conoció de bebé y por eso no la recuerdo.

Mi salvación fue cuando Alex llegó a hacerme plática, no es que fuese aburrido, es solamente que no me sentía de humor completamente.

Alexa me contaba miles de historias que solo me hacían reír y me sacaban de mis tontos pensamientos.

De repente en la puerta se escucharon de repente unos mariachis tocando las mañanitas, con el indiscutible sonido de la trompeta que te espanta al primer tomo y ya después sabes que es una serenata, entraban formados uno a uno los integrantes del mariachi, tocando su respectivo instrumento.

Vi la cara de mi abuela y nada podía hacerme más feliz, que sus lágrimas casi a punto de salir de la emoción.

Con una sonrisa en mi rostro por ver a mi abuela dirigí la mirada al portón, para saber quién había traído tan grata sorpresa.

Era Lucho, en efecto traía una sorpresa, pero desafortunadamente esa no era la sorpresa, cuando entro de lleno con los mariachis, venía tomado de la mano con alguien...

Valentina