Too Sweet -ChanLix-

6

— ¿Felix-hyung? ¿Chan-hyung?

Los nombrados sintieron tensar cada músculo de su cuerpo. Sus respiraciones fueron retenidas, sin saber cómo justificar aquel panorama.

—Huele raro, hyung, ¿ha pasado algo? — en la mirada del menor se interponían sus cabellos rojizos del flequillo, impidiendo un contacto visual claro con la pareja avergonzada.

—Claro que no, Jeongin-ah. Solo hablábamos — la mano de Chan se mantenía inmóvil sobre el muslo del omega, dejando claro el poco deseo en tomar distancia entre ellos, un gesto posesivo.

— ¿Solos? La casa de Felix-hyung está a dos minutos.

— Nos habíamos peleado, necesitábamos tiempo a solas.

— ¿Se pelearon? ¡Pero si los dos son muy unidos!

— No fue nada, Jeonginie, en serio — Felix notaba la voz temblorosa del moreno. Hace unas pocas semanas se había dado cuenta de la poca habilidad para mentir que tenía Chan —. ¿Y tú qué haces por aquí?

— ¡Oh! Iba con Seungmin-hyung y Hyunjin-hyung. Me llamaron desesperados para no sé qué de un trabajo — escondió su mano en el bolsillo derecho para sacar su teléfono —. Se supone que debería haber llegado hace media hora, pero me entretuve con un amigo.

— ¿Estás llegando tarde con Seungmin? ¿A caso quieres morir? — Felix dibujaba figuras aleatorias en la palma de Chan, buscando sosiego.

— No pasa nada, Seungmin-hyung siempre me perdona.

— Entonces será mejor que te acompañe a casa. Hoy tengo que adelantar unos apuntes — la distancia crecía entre la pareja, a medida que Felix se dirigía hacia Jeongin. Por otra parte, Chan se encontraba distraído, sumido en su mundo. No sabía cómo interpretar el impulso que tenía de retenerlo consigo, recorrer cada parte de su cuello y volver a escuchar aquellos suspiros que le provocaban escalofríos —. Chan, ¿vienes conmigo?

— ¿Eh? ¡Oh, no pasa nada! Tranquilo, te dejo estudiar en paz. Suficientes problemas te he causado hoy— hacía crujir sus dedos, mientras que sus piernas se dirigían en dirección contraria al omega —. Será mejor que vaya a casa. Muchas gracias por venir a visitarme, iba a ser un día muy aburrido si no hubieras llegado — hizo un ademán y comenzó su recorrido, con rapidez, y reteniendo las ganas de volver atrás.

— C-claro... — Felix, desconcertado, observaba cómo la cabellera castaña desaparecía en la lejanía. No entendía ese nerviosismo repentino, por no mencionar su rostro aún más pálido de lo normal. Era consciente de que algo no estaba bien.

•••

Chan se hallaba en el piso compartido junto a Changbin, mareado, con dolores de cabeza y un humor asqueroso, acorde a la situación. Desde que se había alejado de Felix, su estado empeoró de manera radical, sin entender la razón. Changbin, por otra parte, temeroso del mayor, acudía a cualquier reclamo que salía de sus labios: acomodando la almohada, cerrando la cortina, proporcionando medicamentos; buscando una mejora en su amigo. Los resultados eran nulos, y desdichado de sus inútiles acciones, acudió a Daehwi y Park Woojin, los únicos que se encontraban en el apartamento contiguo.

— ¡Dios mío, Changbin! ¡Dúchate! ¡Huele asqueroso! — Daehwi estaba obstruyendo sus fosas nasales con su camiseta. El hecho ser omega significaba ser más sensible ante los aromas ajenos—. Esto apesta, es raro que Chan-hyung te deje estar así — ya se encontraba abriendo las ventanas, indagando entre ambientadores y otros tipos de colonias para lograr apaciguar sus ganas de vomitar.

— Changbin-ah, es cierto. Sabes que te aprecio, pero así no se puede — Woojin se había separado de su agarre, demostrando una sonrisa forzada. Al contrario de Daehwi, él no era tan perceptivo ante el olor ajeno, ya que ser beta era una ayuda en este tipo de ocasiones. Pero la fragancia era tan fuerte que él también se veía afectado.