—Esto va a ser mi fondo de pantalla hasta el día que me muera— risas se escuchaban en la lejanía, no obstante, los párpados de Felix no parecían ceder ante ello.
—Baja la voz, Hyunjin-ssi, se supone que no queremos despertar a mi primo— Seungmin dobló sus extremidades para conseguir estar a la altura del alfa durmiente—. Chan-hyung. Hey, despierta. Jisung y Changbin están esperando fuera.
Aún sumido en el sueño, soltó un bufido, sin la posibilidad de desvelarse completamente. De manera inconsciente tornó su cuerpo para cubrir los oídos con lo más próximo, la camiseta de Felix. Acto que hizo reír aún más a los menores.
—Retiro lo dicho, esto va a ser mi fondo de pantalla hasta el día que me muera — la leve carcajada de Hyunjin fue lo único que se escuchó en la habitación, hasta que Jisung y Changbin irrumpieron en la habitación.
—No sabía que Channie tuviera ese poder de la palabra— se comunicaron entre susurros, intentando buscar una solución eficiente ante el panorama encantador. Por otra parte, los protagonistas no eran conscientes de lo que ocurría a su alrededor.
—Chan no suele dormir muy bien—la voz de Changbin había sido la primera en tener una respuesta—, que se haya dormido tan pronto puede significar más margen de descanso para él. Seungmin, ¿tienes alguna cama libre?— el nombrado señaló hacia una dirección no muy lejos de ellos, con duda en sus ojos—. Podemos moverlo primero. Luego llevamos a Felix-ssi.
— ¿Quieres dejar a los dos en la misma cama?
—Sí— la sonrisa de Changbin dejaba ver las intenciones detrás de ello—. ¿Sabes la risa que me va a dar cuando me llame para explicarme esto? — los cuatro que estaban de pie asintieron, cómplices de tal fechoría. Dejando aquellos cuerpos en el catre con la mayor habilidad posible, se llevaron los teléfonos con la finalidad de evitar cualquier interrupción en el sueño de los mayores.
Al cabo de unas largas horas, Felix fue el primero en dar las primeras señales de lucidez con cierto recelo. Cuando su mano se extendió en busca de algún aparato para ver la hora, un brazo alrededor de su cintura complicó la movilidad. Pánico se instaló en su cuerpo. Cuidadosamente, giró su rostro hasta encontrar, lo que posiblemente era el torso de Chan. Posiblemente, porque la posición en la que se encontraba, únicamente sabía con certeza que el rostro del moreno se encontraba enterrado en su cuello.
—Chan—voz baja, un poco grave pero delicada, buscaba ser el despertador ideal del nombrado—. Hey Chan, despierta— sin parar de olfatear y mascullar cosas sin sentido, su nariz se encontraba aún más hundida contra la piel del omega, a la par que los brazos se encargaban de presionar la espalda de Felix contra su pecho. Notaba las suaves pulsaciones y respiración apaciguada, tentando a recaer en los brazos de Morfeo.
—Chan, tenemos clases a las que asistir— el murmullo a modo de queja que había hecho con anterioridad hizo reír al rubio. Debería de estar preocupado por la proximidad y extraña confianza nacida del contrario, pero no podía concentrarse con las cosquillas que le causaba su respiración.
—No quiero... Cinco minutos más— los susurros somnolientos hicieron erizar la piel de Felix, además, los labios chocando contra la parte superior de su espalda, estaban provocando que más aroma fuera expulsado. Aún no se había tomado la pastilla y se encontraba más perceptivo de lo normal.
—Chan, levanta, o al menos déjame salir. Ser amigos no significa que me arrastres a procrastinar— el moreno abrió los ojos con rapidez.
Aún no había caído en cuenta que hacía unas horas por fin había dado por oficial su relación amistosa con el primo de Seungmin. Aunque, percatándose de su situación no dudó en liberarle, con las orejas teñidas de rojo pasión, al igual que su cuello. Se alzó de la cama desconcertado, no recordaba haber aclarado yacer en casa ajena.

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Too Sweet -ChanLix-
FanfictionFelix padece una situación un tanto peculiar. Desde siempre le habían hecho saber que su olor no resulta agradable como el resto de los omegas, su olor es fuerte, ácido, y eso hace que la mayoría de sus conocidos se alejen de él en cuanto entra en s...