—Vamos a desayunar fuera, por favor— los labios de Felix formaban un tierno puchero, acto que siempre utilizaba para intentar corromper la mente de los presentes—. Hyunjinie~ — canturreando, proporcionaba leves golpes para dirigirlo hacia la entrada.
— ¡Seungmin-ah! ¡Ayúdame! ¡Me raptan!
—Lix, ya salimos. Espera fuera por mientras que Hyunjin-ah y yo ordenamos la cocina.
Sin aguantar un solo segundo más, sus pies se encontraron en la fachada del hogar. Revisaba la hora mientras sus pies se movían inquietos, hasta que el sonido de la puerta llegó a sus oídos.
—Chicos ¿Cuánto os falta? A ver si no llegamos — al no obtener respuesta alguna, únicamente el silencio sepulcral desde el otro lado, sus nervios comenzaron a nacer —. ¿Chicos?
—No vamos. Tenemos un trabajo para el lunes y no hemos adelantado nada. Además, estás muy pesado con eso de ir a la cafetería todos los días. Ya no me gusta su comida, he comido demasiada en poco tiempo — Seungmin se había encargado de hablar por los dos, y a decir verdad, la coartada del menor para ver a Chan era más que obvia.
—Lo siento Felix-ssi, me hubiera gustado ir, pero necesito la ayuda de Seungminie.
— ¿Cómo voy a ir solo?
—Con los pies, sabes caminar, ¿no? — la paciencia del primo era mínima, por no decir inexistente. Asimismo, el asunto que se traían entre manos aquellos individuos le estaba cansando. No necesitaba de más problemas amorosos, suficiente tenía con Hyunjin y Jeongin.
—Pero siempre voy con alguien. ¿No será muy raro si voy solamente yo?
—Por favor, Lix, estás siendo totalmente ilógico. No tienes de que preocuparte, a Chan seguro que le encantará verte ahí.
— ¿Y si-
— ¡Felix-ssi, vete ya!
—Vale, vale, lo siento, no te enfades tanto— dando por finalizada la conversación, el rubio comenzó su rumbo hacia el local que tanto había frecuentado últimamente.
Los meses habían pasado con cierta rapidez, y con ello, la cohesión entre los ocho jóvenes era cada vez más notoria. No había ningún tipo de discusión fuera del contexto humorístico y se notaba la compatibilidad entre cada uno de ellos. Era tanta la relación forjada, que sin percatarse de ello, acudían cada viernes al lugar dónde se hallaba Chan trabajando. En esa situación, los menores del grupo aprovechaban aquella oportunidad para lograr molestar al omega sin recibir ninguna represalia. Aunque a causa del reciente hábito, Felix siempre se encontraba receptivo a un nuevo encuentro con aquel moreno. Habían veces que lo único llegado a compartir habían sido unas sonrisas cómplices y guiños juguetones, pero era más que suficiente para ambos.
—Bienvenido, enseguida le atiendo.
Una voz, bastante conocida para el omega, le hizo dibujar una sonrisa. Buscando el sitio que había denominado de su propiedad, esperó al camarero.
— ¿Qué desea?
—Un trozo de pastel de queso con mermelada y un zumo de naranja, por favor — disimulaba, con el menú entre los dedos, el nerviosismo corroído por todo su cuerpo.
— ¿Desea algo más? —Chan había apoyado la pequeña libreta contra su pecho. Mientras dejaba el bolígrafo colgando en el cuello de su camiseta, permitiendo la visión de sus clavículas, le dedicó una agradable sonrisa.
—Nada más, muchas gracias.
Felix no se había dado cuenta el momento que Chan acercó los labios a su oreja izquierda. "En un momento te estaré haciendo compañía" fue la frase susurrada antes de desaparecer tras las puertas de la cocina.
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Too Sweet -ChanLix-
FanficFelix padece una situación un tanto peculiar. Desde siempre le habían hecho saber que su olor no resulta agradable como el resto de los omegas, su olor es fuerte, ácido, y eso hace que la mayoría de sus conocidos se alejen de él en cuanto entra en s...