7

5.8K 548 459
                                    

— Bésame.

La voz de Felix era suave y decidida. Sus ojos oscuros reflejaban cada deseo pecaminoso que había sido ocultado. Aunque en ese instante, se encontraba consumido por ellos en su plenitud.

— Chan-hyung. Quiero que me beses. Ahora — esta vez no esperó alguna señal por parte del alfa. Presionó sus manos sobre el pecho del moreno, vagando desde su estómago, pasando por sus pectorales, hasta acabar en sus muñecas —. Channie-hyung no me besa... — una sonrisa ladina creció en los labios de Felix, estaba siendo corroído por su apetito —. Estoy triste. Muy triste — esta vez, alzó los brazos de Chan, junto a su camiseta, dejándolos en la cabecera del catre, sin posibilidad de movimiento.

— Felix-ssi — por su parte, Chan comenzaba a ser consciente de que su cuerpo estaba reaccionando ante las hormonas desprendidas por el omega. Su control quería ceder ante ellas. Por ello, su voz no fue propia de objeción. Fue una advertencia.

— ¿Sí? — con los brazos del moreno retenidos, dirigió sus labios al rostro níveo que tanto le hacía perder la cordura. Trazó un camino de besos, desde la mejilla hasta su manzana de Adán, dónde se divirtió en exceso. Notaba el duro tragar del sometido, y lo incitaba a seguir. Continuó su travesía hacia las clavículas remarcadas, a causa de la presión arterial, acariciando cada una con sus labios y lengua. La piel de ambos ardía ante el contacto del otro, pero Chan permanecía estático.

— Channie-hyung — Felix retenía los gemidos causados por el roce de sus miembros. La boca delgada del omega deparó en el pectoral marcado del contrario. Esta vez no se retuvo, jugó con sus dientes, dejando pequeños mordiscos, para proseguir su descenso. Sus perlas blancas chocaban constantemente, y de manera intencionada, contra cada centímetro de Chan. No obstante, al momento de enfocarse en los abdominales trabajados, se escuchó un gruñido que lo hizo segregar su lubricante natural.

— No sigas, Felix — de manera instintiva, el alfa utilizó la voz. Un tono que normalmente era empleado por alfas, para conseguir la sumisión de los rangos menores como betas u omegas. Esto provocó que los movimientos del llamado cesaran, aunque no por mucho tiempo.

El rubio, con las piernas temblando, dibujaba con su dentina diferentes manchas rojas en todo el torso desnudo. Disfrutaba cada acción cometida, pero el mandato del rubio había provocado una batalla interior. No era habitual aquella situación, los roles deberían de estar invertidos, pero no podía frenarse. Aún continuaba absorto ante el fuerte aroma que emanaba el cuerpo de Chan.

— Felix, mírame — la orden le hizo encarar el semblante inexpresivo del alfa. Jugaba con el botón de sus vaqueros, y agradecía que no fuera difícil de aflojar. Sus dedos hacían el amago de bajar el cierre plateado, que en ese momento estaba odiando en exceso, pero esperaba algún tipo de señal. Sin embargo, y sin saber el porqué, toda la seguridad pereció cuando aquellos ojos ardientes se encontraron con los suyos. Al momento de enderezar su cuerpo, fue consciente de la humedad que había generado a causa de todo lo experimentado. Mas no provocó rechazo por su parte, sino que trasladó una de sus manos hasta su parte trasera.

Chris... — el gemido se escuchó por encima de la respiración errática de ambos. Su entrada exigía atención. Felix se encontraba rozando su rostro sobre el miembro de Chan, únicamente protegido por la tela del calzoncillo. También jugueteaba consigo mismo, haciendo el amago de introducir un dedo, solo para provocarse más quejidos. Sus dientes mordían la ropa del contrario, y al momento que trató de bajar lo suficiente para liberar el miembro, un gruñido gutural le frenó por completo.

— No puedo más — Chan se había deshecho de la camiseta con facilidad. Más que una obstrucción, fue una manera de auto controlarse. Estaba totalmente satisfecho con el rostro de sorpresa que tenía dibujado Felix. Quería burlarse, pero el deseo le había hecho desesperar —. ¿Realmente pensabas que ese trozo de tela me iba a parar?

Too Sweet -ChanLix-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora