من لوكي

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Este tal Guillermo me acaba de meter en una gran oportunidad para estar mas cercas de los Diaz.

Básicamente lo que Robert me estaba diciendo era que no le haga daño a su hijo y que lo tenia que protegerle de cualquier cosa o si no me iría a buscar y no me gustaría nada el resultado, pero lo que el no sabia es que el resultado no le gustaría nada a el.

-¿Todo quedo entendido Larrosa? -Dijo con aquella voz profunda-

-Claro señor, lo iremos a ver en tres horas, puntuales -Dije tranquilo-

-Esta bien -Se despidió inclinando un poco la cabeza y se retiro del establecimiento-

Me fui donde se encontraba Guillermo de espaldas comiendo sus frutas. Intente ponerme serio e intentar parecer enojado por lo que acababa de hacer, aunque realmente le agradezco por darme la gran oportunidad de saber mas sobre las cosas de Robert.

-Guillermo -Puse mi mano en su hombro y el me volteo a ver- espero y la próxima no hagas algo sin antes consultármelo

-Enserio lo siento Alfred -Se levanta de su lugar- es solo que no quería que mi padre me regañase por darle mi nombre a gente que apenas conozco

-¿Por qué el no quiere eso? -Lo miro alzando una ceja-

-Es que no confía en la gente que apenas conozco piensa que solo quieren hacerme daño y por eso no hablo con nadie mas en este lugar -Me mira- se que parezco un tacaño, pero es para no tener a mi papa mirando cada movimiento mío y de la gente con la que me junto

Claramente yo no le creo, se que su padre es el mayor narcotraficante buscado en todo Europa y otros continentes, si cree que me crea esa mentira esta muy equivocado, se la verdad sobre el y su familia de gente despiadada y horrible, pero solo tendré que hacerlo por la misión.

-No te preocupes -Sonrió- de hecho me viene bien, porque como te comentaba necesitaba un trabajo para pagar el departamento y todo lo que necesite

-Gracias Larrosa -Sonríe- Aunque no es necesario que me cuides

-¿Cómo crees que no haré eso? -Lo miro indignado- me están dando un trabajo y debo cumplirlo al pie de la letra

El solo soltó un suspiro.

Esta es una gran oportunidad para estar interactuando con esa familia de delincuentes. Al parecer todo esta saliendo mucho mas fácil de lo que me imaginaba, claro, con el hijo de Robert, que es muy ingenuo, es como si me estuvieran dando un dulce totalmente gratis.

-Esta bien -Suspiro Guillermo- ¿En cuánto tiempo iremos a ver a mi padre?

-En... -Mire el reloj de oro que se encontraba en mi muñeca- dos horas con 37 minutos

-Gracias Larrosa -Me sonrió- enserio lamento por lo que hice, tal vez querias disfrutar un momento de tus vacaciones en lo que tu te encargabas de buscar un trabajo seguro

Este chico parece un disco rayado, "lo siento por lo que hice" "lo siento", ¿Qué no conoce otro tipo de vocabulario que no sea lo siento?

-Sera mejor que comencemos a prepararnos para ir con tu padre -Di media vuelta y comencé a dar leves pasos hacia el elevador-

Ambos subimos a el y marque el numero de nuestro piso. Llegamos y bajamos de el para despues cada quien entrar a nuestro apartamento.

Me fui a dar una ducha rápida y salí para vestirme con un traje bien planchado que me estaba esperando extendido sobre mi cama.

-¿Ya estas listo? -Dije mientras tocaba la puerta de mi vecino-

Del otro lado no escuchaba nada, si este chico se muere antes de que comience mi "oficial mi trabajo" me mataran, asi que volví a tocar la puerta y escuche el como esta era abierta.

-Perdón -El chico enfrente de mi rio- me quede dormido

-¿¡Te has quedado dormido!? -Me altere-

No podía creer que tuviera la misma ropa de la mañana y toda arrugada. Este joven parece que no le importa perder su trabajo.

-Si -Dijo sin importancia- venga y hay que irnos o se nos hará tarde

-No pienso llevarte asi -Me cruce de brazos- si el padre de mi futuro jefe ve el como permito que vayas con la mismo ropa que en la mañana me matara

-No te tomes las cosas tan enserio, Alfred -Me puso una mano sobre mi hombro y sonrió- además, soy tu jefe, yo no debo obedecer lo que tu me digas

-Esta bien, ya hay que ir o llegaremos tardísimo

Guillermo solo bufo y soltó una risilla. Aunque aun odiaba un poco a Alfred por haberle obligado a comer verduras le agradaba tenerle de compañía.

Mi futuro jefe y yo nos subimos al carro que me dio mi verdadero jefe de la agencia.

-¿Pero que leches? -Mi acompañante soltó un silbido- para solo ser un guarda espaldas esto es un carro muy lujoso

-Me lo dio mi jefe -Ambos nos acomodamos en los asientos y arranque el carro- me lo dio para que no me acercará de nuevo a el

Mis nervios estaban a flor de pie, no sabía que escusas inventar. Este chico es más curioso que yo.

-Has de haber hecho algo muy mal para que no te acercaras a él -Ríe- tengo miedo de que seas mi guardaespaldas, si mi padre se entera de esto

-¿El sería capaz de hacerme algo? -Dije con algo de miedo-

La verdad, sabiendo quien era su padre y sabiendo todo lo que a hecho, me daba miedo.

-Te contratará de inmediato -Niega con la cabeza- el quiere que sea un chico malo como mi pequeña hermana

-¿Tienes una hermana pequeña más mala que tu? -Dije impresionado- joven Díaz, es una decepción para los hombres -Solté una risa-

-Calla y sigue manejando o te meto una colleja que olvidaras tu nombre -Soltó un pequeño bufido-

-Pues si no me dices como llegar a tu casa nunca llegaremos -Me detuve en un semáforo rojo-

Guillermo saco su celular que estaba en su bolsillo y lo prendió, para despues dármelo y viera la ubicación de nuestra parada.

-¿Tan mal ganas en la cafetería? -Dije regresándole su celular- yo pensé que era mas

-¿No vas a utilizar la ubicación? -Dijo desconcertado porque le regrese su artefacto-

-Ya vi la calle donde iremos, nada difícil de saber

Por fin sabemos la ubicación de una de sus casas.

Robert Diaz, es hora de terminar tu infierno.

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