Había abierto mis ojos y la tranquilidad reinaba en toda la habitación. Mis pies se posaron sobre el frío piso y, moviendolos de un lado a otro, busque mis pantuflas hasta que pude hallarlas y ponérmelas.
-Mhp -Junte mis manos y las sube lo mas alto que pude, sintiendo como mis músculos se jalaban-
Solté un suspiro al terminar aquel acto y me dirigí hacia mi ducha, mientras mis ojos aun permanecían algo cerrados por el cansancio que aun me invadía. Mis manos recorrieron aquella puerta que cerraba la ducha y, al poner mis manos en el pomo, la abrí sin hacer mucho ruido.
Una ducha tranquila fue todo lo que hice después de despertarme ya que la comida normalmente la tomaba en el restaurante de los departamentos, un gran lugar con muchas frutas y carnes para saborear.
-Espero que Larrosa no este intentando romper otra parte de mi departamento -Solté un leve suspiro de pesadez mientras un calcetín se había terminado de colocar sobre mi frío pie a causa del agua con la que me bañe- aunque se me hace extraño no haber escuchado algún ruido de el en todo este tiempoDespués de ponerme los dos zapatos tome las llaves que se encontraban encima de mi mesa de noche y me retire de mi habitación. Una de mis manos se poso en el picaporte de la puerta y la abrí pensando de que el rostro de mi guardaespaldas se encontraría atento a que saldría, lo único que me encontré fue el pasillo vació y frío.
Toc toc toc
Fue el sonido que llego a mis oídos cuando mi mano cerrada golpeaba la madera que formaba la puerta en el departamento de mi vecino pero aunque pasaron unos minutos nadie salio en respuesta de mi llamado. El único sonido que pude llegar a oír fue el gruñir de mi estomago pidiendo ser alimentado urgentemente antes de que hiciera mas ruidos molestos.
-¿Qué clase de guardaespaldas es este chico? Solo no lo despido porque si mi padre se entera de esto es capaz de estrangularlo dolorosamente -Di un cuarto de vuelta y me dirigí hacía el ascensor-
Apreté el respectivo botón que me llevaría a la comida y en ese lapso de tiempo me puse a revisar mi celular en busca de alguna noticia importante por parte de mi familia, amigos o trabajo pero nada se presento para hacer hoy. Parece que sería un día totalmente aburrido.
Mi atención se encontraba totalmente atenta hacía el aparato entre mis manos y cuando el elevador hizo sonar su leve campana, indicando que había llegado a mi destino, di un leve salto por la sorpresa. Salí de aquella caja de metal y me quede quieto al observar como Larrosa se encontraba hablando con Amanda.
¿Cómo es que ya se hablan? ¿Ella le habrá hablado primero?
Simplemente me acerque un poco a la puerta del comedor y justo vi cuando Larrosa se acercaba a mi y unos segundos después note que se iba hacía el elevador ¿Es qué aun no me ha visto? Este chico si que es tonto y mi guarda espaldas.Después de soltar un largo suspiro me dirigí hacía el y puse mi mano sobre su hombro para así impedir que se subiera al aparato de metal frente a nosotros. Sorprendiéndome sentí como mi brazo era jalado y mi mano compartía calor con la de mi vecino y de manera rápida pude notar como sus ojos se abrieron tan solo un poco mas.
Tan solo hablamos un poco de lo que acababa de suceder y después de sus primeras palabras pude notar como aventaba mi mano sin tanta fuerza, la cerré en puño después de sentir aquella acción tan irrespetuosa de el.
Después de intercambiar algunas palabras me dirigí hacia el gran menú de comida que habían puesto sobre aquella mesa majestuosa ante mi estomago, exceptuando por las verduras que yacían sobre esta. Tome uno de los platos que estaban listos para que les pusieran comida y comencé a poner bastantes frutas, todas las mas frescas que mis ojos vieran.
El desayuno fue como todos los demás, con la tranquilidad de que nadie podía molestarme en este momento, mientras disfrutaba el sabor de los alimentos que tocaban mi lengua. Cuando la tranquilidad estaba dispuesta a reinar mi mente sentí como aquello era remplazado por la mirada de cierto castaño sobre mi.
-No se como mi padre esta acostumbrado a tener la mirada de sus guarda espaldas encima -Metí un bocado mas grande a mi boca, uno tras otro, para así terminar de comer mas rápido y dejar de sentir esa mirada tan analizadora-
Unos segundos después mi plato había quedado completamente vació así que me levante de la suave silla y salí del comedor, quedando frente a aquel molesto guardaespaldas. Levante mi mano a la altura de mi pecho y la hice puño, realmente quería golpearlo por robarme mi paz diaria.
-Tu... -Inhale y exhale varias veces, tenía que aprender a controlarme con los trabajadores o me demandarían por maltrato hacía los empleados- Solo no me vuelvas a mirar tan intenso que siento que me estas analizando y eso me incomoda
-Lo siento -Decía mientras su rostro aun permanecía serio- pero realmente te estoy analizando, mi trabajo como guardaespaldas es también vigilar el comportamiento de quien cuido y ver como trata a sus empleados... Solo es para ver si la agencia le permitiría tener mas guardaespaldas
-Si la agencia me toma como bueno o malo para que tenga quienes cuiden de mi no importa -Solté un suspiro algo pesado, mi padre siempre conseguirá lo que sea- ya que mi padre se encargaría de que me den a alguien para protegerme
Vi como Larrosa iba a decir algo mas pero empece a caminar hacia la entrada y salida de los departamentos, hablar sobre temas de trabajadores y mi padre no es algo que me guste mucho y lamentablemente no es algo que pueda hablar libremente con cualquier persona.
Hablar sobre mi padre es como decir que voy a matar a alguien ahora mismo, o al menos así lo interpretan las personas de todos lados, ya que sienten que si hacen el mínimo error serán asesinados por varias personas que me vigilan y cuidan en cada segundo de mi vida. Yo siempre estuve solo desde que me entere sobre quien ocasiono el secuestro de Lanita, estuve totalmente decepcionado de mi familia por permitir ese tipo de atrocidades, así que nunca tuve a alguien que me vigilaran ya que la policía no sabia de mi o eso hasta hace un tiempo.
Iba decidido a trabajar en la cafetería pero la mirada amenazadora del señor Norfa así que me quede quieto y recordé el que no podía acercarme a la cafetería por unos días hasta que noten que es seguro para la familia Díaz.
-Exactamente ¿A que lugar me estas llevando? -La voz de Larrosa interrumpió la poca concentración que estaba teniendo el día de hoy-
-Solo calla y sígueme
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En cubierto
FanfictionSamuel De Luque tiene que atrapar al narcotraficante de España, pero para ello necesitara a un peón, él hijo del mismísimo narcotraficante. Guillermo Días Ibáñez es nada más y nada menos que él hijo de Robert Diaz, él mayor narcotraficante de toda E...