Se formó un largo silencio entre los dos, uno que extrañamente me hacía sentir una ansiedad enorme.
¿Qué acababa de decir? No podía sentir miedo por alguien que no conocía, o puede que estas semanas en que nos encontramos en este lugar, él se volvió algo más para mí. ¡Pero no es posible!, ¡¿quién en su sano juicio haría algo así?!
Pues yo no estoy en mi sano juicio, ya que quiero lanzarme de un puente.
Se separó de mi y el frío abrazó en su lugar todo mi cuerpo. Me quedé mirando el suelo unos segundos para luego alzar la vista hacia él. Tenía el ceño fruncido y miraba hacia abajo como si aún no asimilara lo que dije, quizás buscaba las palabras adecuadas para responderme.
—Esto fue demasiado. —soltó entre dientes y noté que su intención era irse.
—¡Espera! —Iba a tomar su brazo, pero me detuve cuando se quedó quieto.
—Te dije que no te excariñaras conmigo. —su voz sonaba tan fría y sin color alguno. —te dije que el día de mañana puede que yo no esté aquí.
—Lo sé, pero...
—No te confundas, Marinette. —su respiración se volvió más pesada en cada palabra y yo no sabía que decir para justificarme. —mi decisión no cambiará por ti. —me apuntó. Tragué con dificultad. —nosotros no somos pareja, no somos familia y no somos amigos... Sólo somos dos desconocidos que, lamentablemente, se encontraron en un puente para terminar su puta existencia en este mundo de mierda. —
sonrió con cinismo y bajé mi mirada otra vez. Los sollozos fueron imposibles de callar en mi garganta, fue cruel y duro, pero sabía que tenía razón.Entre mi borrosa visión, pude notar como apretaba sus manos e incluso que quiso acercarse, pero se detuvo al instante.
—Estas palabras no merecen lágrimas. —cubrí mi rostro con ambas manos. —estoy seguro que has sufrido más porque llorar. No por palabras de un desconocido.
—Me casé hace tres años... —musité.
—No quiero oír tu historia. Ya te lo dije an...
—Mi padre jamás lo aceptó y no lograba entender del todo la razón. —ignoré lo que me decía y continué. —yo lo amaba y era feliz dentro de todo, pero un día al llegar del trabajo lo encontré en nuestra cama con mi mejor amiga. —se quedó en silencio y me abracé a mi misma ahora sonriendo con desgana. —mi mundo de felicidad infinita se quebró y cuando pensé que nada podía ser peor... —mordí mi labio inferior intentando contener el llanto. Sólo necesitaba sacar todo el dolor de mi corazón. —me llamaron del hospital... mis padres tuvieron un accidente ese mismo día. —mi voz se apagó y limpié mis lágrimas con una de mis manos. —ellos... no pudieron salvarse y yo me quedé sola. No logré despedirme de ellos... Debí contestar el teléfono antes y quizás podría haber alcanzado a llegar.
—Dije que no quería oírte.
—¿Por qué? —soltó un bufido.
—Porque tú dolor me duele a mí el doble, Marinette.
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Lo Mismo Que Tú...
Cerita PendekLa vida de dos personas se cruzó en el momento preciso. La soledad puede ser muy mala consejera al momento de tomar una decisión con respecto a nuestro futuro. Ambos anhelan lo que tuvieron alguna vez, pero... ¿podrán conseguirlo nuevamente? Quizás...