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—¿Y tú quien eres? —cuestionó Luka y volteé a verlo.

Adrien no me soltaba y realmente tampoco quería que lo hiciera.

—Eso no te importa. —respondió seriamente. Apoyé mi mejilla en su pecho y sus manos me atrajeron más a él desde mi cintura. — Marinette quiere que te vayas, así que hazme el favor de irte si no quieres que yo mismo te saque.

Luka nos observó detenidamente y frunció el ceño. Estaba molesto.

—Ella es mi esposa y esta es mi casa. Marinette... di algo.

—Ella ya dijo que no te quiere aquí.

—¡Tú no te metas y suéltala ahora! —intentó acercarse, pero Adrien no lo permitió.

—Luka... —musité. —por favor vete. Te lo pedí de buena forma.

Se quedó en completo silencio viéndome perplejo, sus ojos azules estaban rabiosos y algo oscurecidos. Toda su aura era extraña para mí, nunca lo había visto de ese modo antes.

—¿De eso va ahora?, ¿es que acaso estás con este tipo de aquí? —apuntó a Adrien despectivamente. —¿Tan poco duró el amor que decías tenerme, que te metes con el primero que se te cruza en frente?

Sus palabras me hicieron explotar.

—Tu mataste el amor que sentía por ti. No seas hipócrita. —me separé de Adrien un momento y encaré a Luka. —No te atrevas si quiera a repetir que mi amor fue mentira, porque todo lo que hice estos años fue estar para ti. —sentía mis mejillas arder del enojo. —Y para que lo sepas, este de aquí tiene un nombre y ese es Adrien. Él ha hecho más por mí en toda mi vida, que tú en los tres años que llevábamos de casados, así que toma de una vez tu presencia y vete de mi casa. — apunté a sus espaldas.

—Jamás te daré el divorcio, nunca dejarás de ser mi esposa para irte con este. —lo apuntó y fruncí más el ceño.

—¡No necesito un divorcio para que sepas que lo amo a él! —las palabras salieron sin pedir permiso, y no era del todo consciente sobre su significado, pero podía notar que le dolió.

—Marinette... por favor... yo sé que aún me amas, podemos ser felices juntos. Todo será como antes. —tomó mi rostro con ambas manos. Adrien no tardó en reaccionar y lo empujó poniéndome detrás de él. —Marinette.

—Lo tenías todo con ella y aún así no lo supiste valorar. Déjala ser feliz como se lo merece y no vuelvas a aparecer en su vida.

—Ella me ama y sólo está confundida contigo

—Aunque así fuera... yo no la dejaré sola y mucho menos la traicionaré como hiciste tú.

Luka guardó silencio, me miró un momento y luego el suelo. Presionó sus puños a ambos lados con fuerza.

—Volveré. Volveré a hablar contigo, Marinette.

Eso fue lo último que dijo antes de darse media vuelta e irse de mi casa. Mis ojos se perdieron en su silueta mientras caminaba lejos de mí, otra vez.

Adrien me daba la espalda, era como si dudara en voltearse y verme a la cara. Me acerqué con algo de temor, toqué su mano con mis dedos antes de deslizarlos por toda su palma y tomar su mano por completo.

—Adrien...

—Lamento haber llegado de improviso, realmente sólo quería saber si estabas bien y...

Me abracé a él con fuerza y se giró correspondiendo en seguida. Respiré profundamente su perfume, cerrando mis ojos para guardar en mi memoria su tacto y calor.

Lo había extrañado.

—No te vayas. —murmuré.

Lo Mismo Que Tú...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora